37 años después, The Leyend of Zelda sigue vigente

Pocas franquicias de videojuegos son tan icónicas como The Legend of Zelda, y Nintendo buscará seguir sorprendiendo a sus fans, y a la comunidad gamer en general, con el más reciente juego de la saga: Tears of the Kingdom.

La franquicia, valuada en 3,436 millones de dólares, consta actualmente de 29 videojuegos —incluidos títulos originales, remakes, colecciones y más— y ha vendido más de 125 millones de copias a nivel mundial desde su primera edición en 1986.

Sin embargo, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom —la esperada secuela a uno de los primeros éxitos de la Nintendo Switch, Breath of the Wild— promete ser un parteaguas en la historia de la franquicia, y quizás unos de los videojuegos más vendidos de la historia.

En la víspera de su lanzamiento, platicamos con Bill van Zyll, director senior y gerente general para América Latina de Nintendo para saber por qué esta franquicia continúa siendo relevante en la industria de los videojuegos a sus casi 40 años y qué se espera de la siguiente entrega de la saga.

El primer Legend of Zelda fue un pionero en el mundo de los videojuegos y la franquicia sigue innovando

The Legend of Zelda fue, de cierto modo, un riesgo para Nintendo durante la década de 1980.

La primera entrega de The Legend of Zelda, lanzada en febrero de 1986, sumergió a los jugadores en un universo desconocido en gran parte sin instrucciones. El creador Shigeru Miyamoto —quien también ideó la franquicia de Super Mario— se inspiró en sus aventuras de la infancia por el campo japonés para ofrecer a los jugadores un «jardín portátil» para explorar bosques, lagos, cuevas y montañas.

El primer Zelda llegó al mercado solo unos meses después de Super Mario Bros; sin embargo, ambos títulos eran muy diferentes en cómo se jugaban. Mientras Super Mario era un juego sumamente lineal donde el jugador solo debía moverse de izquierda a derecha a través de varios niveles cortos, The Legend of Zelda invitaba a los jugadores a explorar y descubrir el mundo en el que se sitúa, haciéndolos crear, de cierta manera, su propia aventura.

«Cuando [Miyamoto] estaba explorando en la naturaleza se le ocurrió la idea de crear un juego que te lleva a eso: a la exploración. Realmente ahí está la inmersión. Entonces es una experiencia única y fantástica», sostiene Van Zyll.

La franquicia ayudó a forjar los videojuegos de «mundo abierto» en los que el jugador es libre de explorar a su gusto paisajes virtuales; un concepto que futuras franquicias exitosas como Grand Theft Auto, Assassin’s Creed y Skyrim, por mencionar algunos, retomarían años después.

Bill van Zyll cree que lo que hace a la franquicia aún relevante tras tantos años de existencia; es el esfuerzo que se pone en cada título para mantener este sentimiento de exploración y hacerlo aún más divertido.

«Yo creo que [el éxito de la franquicia] es el desarrollo del juego y la profundidad que tiene. Antes con Breath of the Wild —y ahora lo vamos a ver con Tears of the Kingdom— [cuentan con] mundos inmensos que uno puede explorar y disfrutar todos los retos que ofrecen. Es la calidad del juego lo que hace que tenga tantos fans que lo juegan por horas y horas» dice.

Reinventando la franquicia

The Legend of Zelda ha mantenido un éxito relativo con los años; sin embargo, solo tres juegos de la franquicia habían superado las cinco millones de copias vendidas hasta hace unos años: The Legend of Zelda para NES (6.5 millones), Ocarina of Time para la Nintendo 64 (7.6 millones) y Twilight Princess para Gamecube, Wii y Wii U (8.85 millones).

Nintendo decidió reinventar de cierto modo la franquicia, y el éxito rotundo llegó con The Legend of Zelda: Breath of the Wild en 2017.

Breath of the Wild fue un título de lanzamiento para la Nintendo Switch es la entrega más vendida de todos los The Legend of Zelda hasta ahora.

A su vez, es el cuarto juego más vendido en la consola con 29 millones de copias vendidas hasta 2023; solo detrás de Mario Kart 8 Deluxe (52 millones), Animal Crossing: New Horizons (41.59 millones) y Super Smash Bros. (30.44 millones).

Pero a pesar de este éxito y la perdurable popularidad de las otras franquicias de Nintendo; la compañía japonesa pronosticó esta semana una caída en sus ganancias netas del 21% este año en comparación con el anterior. Esto hace que el lanzamiento de Tears of the Kingdom sea sumamente importante para la empresa.

Charles-Louis Planade, analista de Midcap Partners, dijo a AFP que cree que este título podría convertirse en «el juego más vendido de la historia».

«Es un juego que puede acercarse a los 1,000 millones de dólares en ingresos; lo que es muy significativo para una empresa que factura poco más de 10,000 millones de dólares al año», dijo Planade.

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«Nintendo es muy de sorprender entretener a sus fans, y creo que se han puesto mucha presión, porque ¿cómo superar Breath of the Wild? La compañía se ha enfocado en en traer una experiencia impresionante y creo que [Tears of the Kingdom] va a llevar la relación de los fans con la franquicia al siguiente nivel», sostiene van Zyll.