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6 películas de terror que te hicieron temblar de miedo
El cine de terror ha retomado un nuevo auge este año. Después de ‘It’, que fue una de las películas más esperadas, este genero se ha vuelto a poner en los reflectores de todos los fans del séptimo arte.
Si hay que buscar lo mejor del cine de 2017, las películas de terror es el mejor punto de partida. En particular, estas que, por una u otra razón, nos sorprendieron.
#1 The Wailing (Na Hong-jin)
La nueva película del director coreano Na Hong-jin, el mismo de las tan buenas como brutales The Chaser (2008) y The Yellow Sea (2010).
La sorpresa: Hong-jin deja de lado por un momento sus intensos y violentos thrillers de acción urbanos para hundirse en una pequeña aldea de las montañas de Corea y explotar la riqueza mística, mitológica y fantasmal que presenta ese entorno, pero sin abandonar la violencia pura y física y las miserias humanas que impregnan sus películas como la lluvia.
#2 It (Andy Muschietti)
Adaptación de la gran novela de Stephen King, que debía hacerle justicia a aquella obra original y al mismo actualizar y renovar sus temas e inquietudes, ya inmortalizados en la icónica adaptación de 1990.
La sorpresa: It es una adaptación literalmente a medias (relega toda una parte de la novela para una segunda parte) pero extremadamente fiel, que refleja la efectividad del horror y lo entrañable de la historia coming-of-age y de amistad juvenil del libro.
Con excepcionales méritos por parte de los jóvenes actores, y del director Andy Muschietti en la creación de una nueva iconografía tan atrapante como la de la vieja versión.
Se convirtió en una de las películas más taquilleras del género en la historia.
#3 Get Out (Jordan Peele)
Debut como director de Jordan Peele, quien hasta ahora se había destacado especialmente en la comedia y en programas de sketchs televisivos.
La sorpresa: un director (y guionista) que debuta hace una película de una atmósfera inquietante y crecientemente espeluznante, aunque sin desestimar el humor, con el pulso y la seguridad de un veterano.
Una atrapante e ingeniosa premisa de horror que a través de la sátira y la hipérbole habla menos ingeniosamente de la estupidez y crueldad del racismo, lo que le permitió ser elogiada por virtudes que no tiene (comentario social) más que por las que sí tiene.
#4 It Comes at Night (Trey Edward Shults)
Una película de horror psicológico de bajo presupuesto, sobre una familia en una casa perdida en el medio del bosque y una misteriosa amenaza sobrenatural.
La sorpresa: partiendo de una premisa más que familiar y reconocible, Trey Edward Shults se las arregla para hacer una película atípica y singular, subvirtiendo los elementos tradicionales y las nociones preconcebidas del género, una práctica cada vez más recurrente.
Lo sobrenatural es casi un engaño y el terror es casi siempre humano.
#5 El juego de Gerald (Mike Flanagan)
Otra adaptación de Stephen King pero de una novela mucho más pequeña y que, a tono con esto, no se estrenó en cines de todo el mundo sino en el mucho más íntimo Netflix, sin grandes titulares sobre su taquilla internacional.
La sorpresa: la novela era considerada “infilmable” —una sola locación y una trama difusa que avanza de la mano de la inestabilidad mental de su única protagonista— pero el director Mike Flanagan estaba convencido de que podía hacerlo y lo demostró elocuentemente.
Una impactante historia sobre el abuso y la manipulación emocional que flirtea con lo sobrenatural apenas lo necesario. Y que tiene la que es quizá la escena más cruda, dolorosa y difícil de ver de todo el año.
#6 Raw (Julia Ducournau)
Otra película de una directora debutante, que confirma que cuando se trata de horror los franceses saben cómo hacerlo.
La sorpresa: las primeras noticias de esta película llegaron cuando se estrenó en festivales de cine y dijeron que algunos miembros del público se descompensaron o tuvieron que abandonar la sala por lo gráfico de sus escenas.
Si bien se puede pensar que se trataba de gente no muy acostumbrada al cine de terror más extremo, después de verla también se puede decir que los rumores no suenan demasiado exagerados. El despertar de un instinto caníbal en una adolescente de aspecto frágil y vulnerable se muestra de manera elocuente y espeluznante (la escena del dedo —los que la vieron saben de qué hablo— es memorable), que adquiere además un peso todavía más amenazante y un carácter alegórico acompañado del despertar sexual propio de la edad.