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7 canciones que solo cantas cuando estas borracho
Intocable – «Y todo para qué»
“Y todo para qué, y todo para qué, si al final yo perdí, pero no me arrepiento si cada, momento, me hiciste feliz”.
La música de banda es complicada de catalogar y tiene escasas excepciones dentro de lo que vale la pena escuchar o no. «Todo para qué» de la mano de Intocable, es una de esas canciones que llegó para quedarse en el gusto del pueblo mexicano. Una borrachera desagradable encontrará descanso en esta rola.
Celso Piña – «Aunque no sea conmigo»
“Puedes jurar que al que te quiere lo bendigo, quiero que seas feliz aunque no sea conmigo”. Una frase que cuesta verla como algo real.
Una canción que en la actualidad se ha vuelto un clásico del dolor. En lo personal me fascina y Celso es un grande. Esta versión con Café Tacuba es excelente y por nada del mundo se debe olvidar en la lista.
Paquita la del Barrio – «Rata de dos patas»
“Rata de dos patas, te estoy hablando a ti, porque un bicho rastrero, aún siendo el mas maldito, comparado contigo, se queda muy chiquito”.
Dentro de todo el machismo y lo que implica el rito en la música de borrachos, existe un fenómeno genial, de querer escuchar a Paca cantándole porquerías a los hombres. Es sin duda, única entre las mujeres. Esta es una joya de desprecio.
José Alfredo Jiménez – «Te solté la rienda»
“Se me acabó la fuerza, de mi mano izquierda, voy a dejarte el mundo, para ti solita”.
Otro ídolo de la música ranchera. “El Rey” José Alfredo, aparte de gran compositor, es uno de los cantautores mexicanos más reconocidos del siglo XX. Ya después llegó la desgracia de Maná que hizo su cover. Pero bueno, esa es otra historia.
José José – «El Triste»
“Hoy quiero saborear mi dolor, no pido compasión y piedad, la historia de este amor se escribió para la eternidad”.
Cómo olvidar al “Príncipe” ganar el Festival de la OTI en 1970 con esta canción. Un tema de Roberto Cantoral, pero que Pepe Pepe lo hizo grande antes de que se le barriera la voz. Por definición, es la canción de un borracho.
Vicente Fernández – «Mujeres Divinas»
“De pronto que se acerca un caballero, su pelo ya pintaba algunas canas, me dijo le suplico compañero, que no hable en mi presencia de las damas”.
Es la frase más fina y sutil de una canción ranchera. “Don Chente”, con esa percha única de un gran mariachi, es parte del folclor mexicano. Una borrachera con tequila y sin escuchar «Mujeres Divinas», no fue una noche en México y con mexicanos.
Javier Solís – «Sombras»
“Sombras nada más, entre tu vida y mi vida, sombras nada más, entre tu amor y mi amor”.
Esta es por definición una de las canciones de cajón de un borracho. Habla de la soledad, de un drama y de vivir sin ella, los ingredientes perfecto que el “Rey del Bolero Ranchero” encontró en estas líneas.