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6 señales de que vives en una relación tóxica

Por: Luis González

Es real: nadie tiene idea de como tener una buena relación, ser un buen amigo, buen hijo o buen hermano. Simplemente aprendes lo que ves a tu alrededor.

 

Para tener una relación de pareja sana hay más complicaciones de las que pensabas. Porque tendemos a enamorarnos y establecer nuestros vínculos amorosos basándonos en referencias medio raras: como los cuentos de hadas o las películas de Disney, historias que simplemente están muy lejos de la realidad.



 

Y sí, entrar en la dinámica de una relación tóxica es muy fácil, pero para salir de ella, ahí es donde están los verdaderos problemas. Porque por fuera tu relación parece muy normal e incluso ‘bonita’, hasta que te das cuenta que realmente no eres feliz y todo se vuelve un caos.

 

Para darte cuenta de que estas en una relación enfermiza, tenemos para ti estas 6 señales que parecen muy normales pero en realidad no lo son:



1. Lanzar indirectas

¿Por qué son así? Porque intentar que tu pareja entienda algo que no le estás diciendo abiertamente, es tóxico. Nadie tiene la obligación de  andar adivinando pensamientos. No tiene ningún caso tener una relación con alguien con quien no puedes comunicarte libremente.

 

En una relación sana, ambos deberían sentirse seguros de expresar todo lo que pasa por su cabeza cuando están muy enojados, tristes o cuando simplemente no pueden ponerse de acuerdo.

2. El pizarrón de los errores

Esto es muy común. Cuando una pareja pelea se recuerdan cosas que hicieron en 1998 (todavía ni se conocían, pero el chiste es pelear) usando un clásico de los creadores de: ‘Pues tú hiciste lo mismo…’, ‘acuérdate de lo que paso ese día…’

 

El problema por el que habían empezado a pelear pasa a segundo término y se convierte en una pelea sobre quien se ha equivocado más durante toda la relación y, por lo tanto, en quien le debe más a quién. Está mal, no puedes calificar los problemas de la relación o las acciónes de cada uno de la actualidad, basándote en cosas del pasado.

 

Terminas olvidando por que estabas peleando, y además es un círculo vicioso que parece nunca acabar.

3. Los celos ‘bonitos’

¿Neta? Esta es una de las mentiras más grandes que nos dijeron cuando éramos pequeños y no, la verdad no está nada padre. No hay forma alguna de que pueda existir algo llamado ‘los celos bonitos’. (¡NO EXISTEN!)

 

Qué tiene de bonito salir con alguien que no confía en lo que sientes por él o ella, que no te cree capaz de controlar tus impulsos primarios si se te aparece alguien muy atractivo. La verdad, no entiendo eso.

4. Amenazar a tu pareja con terminar, a la menor provocación

Ocurre cuando alguno de los dos quiere expresar algo que no le parece o le molesta, por hace todo un drama al respecto. Como cuando cualquier estupidez es buena para terminar, así sea un malentendido o porque hizo algo con lo que no estás de acuerdo.

Ese exceso de drama es simplemente un chantaje. Es normal enojarte con tu pareja y discutir sin que eso signifique que la relación se ponga en riesgo. Esto solo hace que se pierda la confianza de contarse cosas o expresar sus sentimientos.

 

En una pareja sana debe existir la confianza de enojarse y pelear de forma segura, sin que eso signifique que vas a tirar tu relación por el caño.

5. Tapar los problemas con un dedo

Esto pasa cuando pelean y en lugar de resolver el problema deciden irse de viaje o le compras algún regalito para que todo que atrás y olvidarse del problema. Esto casi siempre termina mal, porque los problemas se van acumulando hasta que un día esto te explota en la cara.

 

Si se enojan hablen, resuélvanlo, no lo tapen con regalos u otras tonterías.

6. Desquitarte con tu pareja de tus problemas personales

Cuando tienes un mal día: se te olvidan las llaves en casa, llegas tarde el trabajo, llueve y quedas como sopa, ya sabes uno de esos días que sientes que la vida te odia. Y entonces quieres que tu pareja venga corriendo a consolarte, pero pues ella esta en el trabajo o resolviendo algún pendiente y entonces tú te enojas por que no está para ti cuando lo necesitas.

 

En el fondo ese comportamiento revela egoísmo y al final de cuentas también te afectará a ti porque esto dará como resultado una profunda codependencia que será difícil superar si la relación termina.

 

Tu vida no puede girar en torno a otra persona, eso es lo peor que puedes hacer en la vida.

 

Si tu relación tiene alguna de estas señales huye, por tu propio bien.