5 cosas que creías de los asesinos en serie y son totalmente falsas

Cuando piensas en un asesino en serie, lo primero que pasa por tu cabeza son los villanos sin corazón que encontramos en las películas y en los libros. Personas raras, complicadas, llenas de problemas mentales, y que en cualquier momento pueden explotar para asesinar a alguien. También son genios calculadores que tienen increíbles planes para un asesinato y nadie se va a entrar de sus fechorías, pero la realidad es completamente diferente.

 

 

En realidad son como cualquier otra persona. Tanto así que es imposible identificar a un asesino a simple vista, y aún si lo tuvieramos en frente, no nos dariamos cuenta de sus extraños gustos. Pero, para que puedas entenderlo, es necesario que te borres algunos prejuicios de la cabeza.

Son solitarios y disfuncionales

 

Según con el diario Scientific American, los asesinos seriales no son los mounstros ermitaños que conocemos de la ficción, y muchas veces no son nada extraños ni resaltan de la multitud. Tienen la facilidad de mezclarse entre la multitud, así como cualquier individuo sin verse nada sospechosos.

 

Por ejemplo, en el caso de Ted Bundy, uno de los asesinos más despiadados de la historia, ninguna de las personas que lo conocían sospechaban que fuera un criminal. Todos pensaban que era carismático, encantador y un hombre respetable.

 

La realidad es que  su habilidad es lo que los hace tan peligrosos, atemorizantes y tan irresistibles para el público. Si parecieran extraños, posiblemente no resultarían tan interesantes.

Su motivo principal es el sexo

 

Son varios factores los que nos hacen pensar que la principal  motivación  es el sexo, y para evitar ser capturados, terminan asesinando a su víctima, pero no es así. Charles Montaldo, quien trabajaba como detective, señaló que aunque el poder sobre un individuo suele ser lo que buscan los asesinos, existen diferentes motivos por los que pueden comenzar a quitar múltiples vidas.

No pueden dejar de matar

 Muchas veces pensamos que una vez que estos individuos comienzan a asesinar se vuele una especie de adicción, pero es algo que no es precisamente cierto. Por ejemplo, Dennis Rader mató a 10 personas a lo largo de casi 20 años y se detuvo por miedo a ser asesinado. Fue capturado justo cuando le quitó la vida a otra víctima, casi 15 años después de su último crimen. Jeffrey Gorton, por su parte, también pasó varios años sin cometer ningún asesinato hasta que fue puesto bajo arresto.

Todos son hombres y son blancos

17 % de todos los asesinos son mujeres.  Los casos de Aileen Wuornos, Myra Hindley y Nannie Doss son sólo algunos que demuestran que el crimen no es exclusivo de hombres. Aunque la mayoría de los asesinos que conocemos son blancos, en realidad existe una amplia diversidad que refleja a la población norteamericana: Charles Ng es un hombre chino que asesinó a más de 25 personas, Derrick Todd Lee era un hombre afroamericano que asesinó a seis mujeres y Rafael Reséndiz era un latino que le quitó la vida a nueve personas.

Todos están locos o son genios

No todos los asesinos tienen la capacidad intelectual de Hannibal Lecter, no son unos genios necesariamente. Es decir, se buscan indicios de locura para confirmar que hay «algo mal» con el individuo y comprender el crimen; sin embargo, en la mayoría de los casos no existe un trastorno psicológico y simplemente lo hacen porque lo desean, no importa su contexto o cómo se desarrollaron.

 

Por otra parte, el mito de que son genios que suelen vencer a la autoridad también es falso. Se cree que los asesinos seriales van ganando confianza cada vez que matan a alguien, así que creen que no serán capturados; se ha demostrado que tienen una inteligencia promedio o ligeramente superior sólo por su habilidad para planear los crímenes, pero no son mentes maestras que pueden escapar permanentemente de la ley.

 

Los asesinos pueden estar en todos lados. Ninguno es identificable a simple vista. Sin embargo, el cine nos ha engañado creando personajes raros, violentos, sumamente inteligentes y prácticamente invencibles. Pero, la realidad es otra y solo son humanos sencillos con algunas habilidades que les permitieron cometer algunos crímenes sin que la policía se diera cuenta, por no es por que sean mentes maestras, solo son personas con suerte.