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Lloyd Kaufman, el culto al cine independiente de bajo presupuesto
Con más de 800 películas producidas y un récord de lanzamiento de estrellas en Hollywood, Lloyd Kaufman podría ser el mayor cineasta del que nadie escuchó jamás.
De 72 años, el cofundador de Troma Entertainment -el estudio de cine independiente más antiguo del mundo- ha sido por medio siglo el «chico malo» de la comedia de horror, un Abbott y Costello para una audiencia hambrienta de cosas asquerosas.
Su catálago incluye delicias sórdidas y sanguinarias como «El Hombre Químico» -considerado su mejor trabajo-, «Los surfistas nazis deben morir», «Poultrygeist: La noche de los pollos vivientes» y «Tromeo y Julieta».
La AFP conversó con Kaufman en Los Ángeles a propósito del estreno de su más reciente producción: «Return to Return to Nuke ‘Em High: AKA Vol. 2».
Aunque sus películas no producen dinero desde los 90, son parte de la cultura estadounidense y todavía se proyectan en pequeños cines, enfocados en producciones independientes, así como en universidades.
«Troma ha dejado una gran huella en el campo de la industria de las imágenes en movimiento, pero no somos tan conocidos», se lamenta Kaufman, que describe el estudio que fundó con su amigo de universidad Michael Herz como «el jalapeño en una pizza cultural».
Su filmografía no es para nada políticamente correcta, por el contrario, es una caja de Pandora de canibalismo, sustancias radioactivas, fluidos corporales y senos de neumático, sin mencionar los estereotipos raciales, religiosos y sexuales.
«Escoria… lo peor»
Troma fue un trampolín para ganadores del Óscar como Oliver Stone -con quien Kaufman estudió en Yale y le dio su primer trabajo en cine- y Kevin Costner, así como un invernadero para James Gunn («Guardianes de la Galaxia» 1 y 2), Trey Parker y Matt Stone («South Park», «Equipo América: Policía Mundial»).
Entre otras luminarias cuyo trabajo inicial se puede encontrar en la videoteca de Troma figuran Robert De Niro, Dustin Hoffman, Vincent D’Onofrio, Samuel L. Jackson y Eli Roth.
Pero su opinión sobre Hollywood no es la mejor. Lo llama «pequeño número de conglomerados mediáticos adoradores del diablo».
«El 99,9% de la gente en la industria del cine es una escoria, estúpidos, incompetentes, deshonestos, lo peor», afirmó, y citó como evidencia de la cultura «sucia» de la industria a Harvey Weinstein, adulado mientras abusaba sexualmente con impunidad.
«¿Cuánta gente desnuda ha habido en nuestras películas? Miles. De hecho, yo mismo, pero nosotros somos ‘Bambi’ en comparación con la basura que es el cine convencional», indicó el cineasta, asegurando que en sus audiciones siempre estaba una agente de casting.
Aunque sin dejar pasar el chance para burlarse, el estudio promovió para su personaje Toxie -del «El Hombre Químico»- la etiqueta #MeTutu en una clara referencia al movimiento #MeToo contra los abusos sexuales en Hollywood.
«El Hombre Químico» -que cuenta la historia de un hombre que cae en un poso de desechos químicos para convertirse en el primer superhéroe de Nueva Jersey- fue bastante ignorada cuando salió en 1984, pero luego ganó muchos seguidores, desde Nueva York a Tokio.
Inspiró tres secuelas, un musical, una historieta de Marvel, un videojuego y una serie de dibujos animados para niños, y debe ser introducida a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos este año.
Con información de AFP.