El consagrado director japonés Hirokazu Kore-Eda se llevó este sábado la Palma de Oro de Cannes por «Shoplifters», una crónica familiar donde cada miembro esconde sus secretos, en un certamen que también coronó a Spike Lee.
Cinco veces en competición, Kore-Eda, de 55 años, se llevó finalmente el grial del séptimo arte por su película «más social», según sus propias palabras.
Spike Lee, de regreso a La Croisette después de 27 años, se alzó con la segunda recompensa, por «BlacKKKlansman», una historia real de un policía afroamericano que se infiltró en el Ku Klux Klan en los años 1970.
El estadounidense presentó su filme como un mensaje contra el racismo y contra Donald Trump.
En un festival marcado por una histórica protesta de mujeres artistas y cineastas por la igualdad en la industria, una de ellas, la libanesa Nadine Labaki, fue galardonada con el Premio del Jurado por «Cafarnaúm», sin duda la película más enternecedora del certamen, sobre un niño y un bebé que sobreviven en las calles de Beirut.
La ceremonia de entrega de premios estuvo marcada por las declaraciones de la italiana Asia Argento, una de las actrices que acusaron al productor Harvey Weinstein de haberla violado.
«Quiero prever algo, Harvey Weinstein nunca más será bienvenido en Cannes», afirmó la actriz.