Solo las personas inteligentes disfrutan este tipo de películas, revela estudio

Por: Elena Gálvez

Contrario a lo que seguramente estás pensando, el estudio no se centra en el cine de Tarkovski, Bergman, Buñuel, Bresson o cualquier otro grande.

El periódico Poetics realizó un estudio cuyo resultado arroja, tal cual, que disfrutar de películas basura, está vinculado a tener una alta inteligencia. O sea, entre más horrible sean las actuaciones, el guión y el arte, más la disfrutarán los genios.

La frase «es tan malo que me gusta», aplica para los realizadores de este análisis. Y tienen una buena explicación, o al menos suena convincente que una persona con un alto nivel cultural, que realmente sepa mucho de cine, de teatro, de música, de literatura, de gastronomía, geografía, podrá darse el gusto de disfrutar algo horrible, no aplica para los posers que van a Cineteca Nacional con su facha de hipsters culturales de IQ elevadísimo, estamos hablando de inteligencia de verdad y de conocedores reales.

Para alguien con mucha cultura, ver una película mala es muy divertido, goza de los errores, de lo patético, es casi como ver una obra del teatro de lo absurdo, de las que Pinter, Beckett y Ionesco sabían hacer tan bien.

Las que más risas provocan son las películas de terror de bajo presupuesto y un mal guionista. La sangre que parece salsa de tomate siempre dará risa. Los espectadores de amplio conocimiento, disfrutan de películas chatarra porque las toman también como un escape a los temas serios de la realidad.

Indagar todo el día sobre la existencia humana, la violencia del ser humano, la soledad y el vacío del alma, es cansado. Por eso una mala película resulta tan disfrutable.

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