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Luchar por lo que quieres, libertad y más: conoce «La hija del fotógrafo», nuevo libro de Claudia Duclaud
Claudia Duclaud creció en una familia dedicada a la fotografía y, mientras crecía entre cámaras, enarboló el gusto por la lectura, a grado tal que decidió escribir un libro.
«La hija del fotógrafo», editada por Harper Collins, es su primera novela, donde nos guía a través de una travesía donde la lucha contra el machismo y las reglas morales es constante.
En Coolture platicamos con Duclaud y te mostramos lo que debes saber de este texto.
Así nació «La hija del fotógrafo»
«Pertenezco a una de las familias no solo de fotógrafos, sino que se dedica al negocio de la fotografía en México. Mi bisabuelo puso su estudio en los años 30 en el centro de la Ciudad y lo fue heredando (…). Me familiarizo con el entorno fotográfico», cuenta en entrevista.
A lo largo de su vida, Duclaud acumuló diversas experiencias, que fueron permeadas por los rollos de fotografía, imágenes y químicos para revelar nuevas tomas.
«Son cosas que viví, cosas que yo escuchaba o que me contaron; experiencias de otras mujeres en mi casa. (Así) me encuentro con mucho material que quiero platicar y me baso en la estructura de la fotografía para la novela», menciona.
Para esta misión, Duclaud eligió a Julia, la protagonista de su texto.
«Julia va presentando esta especie de fotografías en las que va mostrando a los distintos personajes, tanto de su familia como su vida. Los exhibe y el escenario de fondo son las calles de la Ciudad de México», dice.
La novela, que puedes hallar en tu librería favorita y en plataforma digitales, fue escrita durante 8 años.
«Antes que escritora, he sido muy lectora desde chiquita. Siento que la escritura y la lectura son 2 caras de una misma moneda, como si fuera un espejo; solo te cruzas para el otro lado. Después de muchos años, y de ver cómo los autores contaban vidas, dije ‘yo lo voy a intentar también; quiero contarlo desde mis ojos, mi punto de vista'», comenta.
La familia como punto de partida
Claudia Duclaud hace énfasis en que su nuevo libro toma como base a su familia.
«Tanto yo como mi familia somos el punto de partida para la novela. Somos prácticamente puras mujeres. Mi mamá tuvo puras hermanas mujeres y son muchísimas; nunca tuvieron un hermano hombre. Estaba la familia a cargo de mi abuela y bisabuela; yo era la primera nieta. Hubo un momento en que éramos una comunidad inmensa de mujeres», afirma.
Duclaud narra que este hecho la marcó para siempre.
«Veía los comportamientos de una tía, de la otra, y las admiraba muchísimo a cada una. Tomaba sus actitudes como modelo de conducta y aspiraba a ser como ellas. Cuando me llega el momento de tomar decisiones, me doy cuenta que a lo mejor no era lo ideal (…); no me iban a llevar a lo que yo buscaba», explica.
Retos al escribir «La hija del fotógrafo»
Hacer «La hija del fotógrafo» fue, para la también abogada, «dar un salto» por un «mar» de recuerdos y emociones.
«Fue un proceso muy intenso, con momentos muy fuertes a la hora de escribirlos; vivencias que yo recordaba. No es lo mismo tenerlos en la mente que ponerlos en palabras; vuelven a doler, a lastimar», menciona.
La narración también tiene instante de alegría y gozo que, en palabras de la autora, se tratan de recuerdos maravillosos.
«Me sentaba horas en un café cerca de la escuela de mis hijos. Me ocurrió que terminaba llorando al escribir; me daba pena», destaca.
Acerca de su percepción sobre la relación entre la abogacía y la escritura, Duclaud considera que ambas requieren un perfil similar.
«Tenemos una estructura de pensamiento que se presta a pasar de un lado a otro. Tanto abogados como escritores somos muy analíticos, muy estructurados. Si podemos usar como materia prima al lenguaje. El abogado necesita del verbo para trabajar (…) y es en muy buena medida lo que hace el escritor», puntualiza.
Ante todo, finaliza Duclaud, crear «La hija del fotógrafo» tuvo una conclusión satisfactoria.
«Ha llegado a los lectores, quienes se han identificado y verse reflejados (…). Eso ha sido súper bonito y me hace ver que el esfuerzo de 8 años me ha dado frutos diferentes a los que yo esperaba», destaca.