Alberca infinita de Hilton Vallarta Riviera
Así es la experiencia all-inclusive de Hilton en Puerto Vallarta
Para los habitantes de la CDMX, Puerto Vallarta es como ese tío que te cae genial pero que ves poco y cuando estás con él, te preguntas por qué diablos no se ven más.
Ok, sí. Vallarta no está tan a la mano como el clásico acapulcazo, pero con un poco de destreza googleadora consigues un boleto de avión a buen precio y ¡vámonos! En menos de hora y media ya estás viendo la costa de Bahía de Banderas.
Pero más allá del pintoresco malecón y las vibes retro del centro de Vallarta, descubrimos uno de nuestros nuevos sitios favoritos en el Pacífico mexicano: el Hilton Vallarta Riviera.
En cuanto cruzas la puerta te reciben con un coctel y una vista espectacular del mar desde el lobby panorámico. Vista que, por cierto, vas a gozar desde la habitación que te toque porque todas (444 en total) tienen vista al infinito marino.
Todo el staff es super amable y en cuanto terminas el check-in y te ponen tu pulserita con tu chip de acceso (porque eso de perder la llave en no-sé-dónde es cosa del pasado), te llevan a tu cuarto para instalarte y te encuentras con algo así:
Bueno, igual si te toca habitación en uno en los primeros pisos se te atraviesa una que otra palmerita, pero eso también está muy mono y así puedes monitorear el ambiente en la alberca.
Yo no quise dejar pasar la oportunidad de restregarle a mis amigos que andaba en playa mientras ellos seguían atorados oficineando en la CDMX, así que corrí al balcón, abrí Instagram y ¡tomen esto!
Obviamente, después me puse el traje de baño y bajé un rato a la playa, que me gustó mucho porque está supertranquila y tiene una escollera de rocas que te hace sentir seguro, porque a todos nos ha tocado una buena revolcada por las olas del Pacífico o la típica alga que te roza la pantorrilla y por un instante te hace sentir snack de tiburón. Y hablando de eso…
La comida en Hilton Vallarta Riviera
Todo el que se haya de ido de vacaciones unos días a un all-inclusive sabe que se la está jugando con el tema de la comida, que la mayoría de las veces se queda entre el nivel cumplidor y lo francamente desastroso.
Aquí no es tema. Justo tuve chance de platicar con Mónica González, directora de ventas y marketing del resort, quien me contó que este fue el primer concepto all-inclusive de Hilton en México –lo abrieron en 2019 y, por el éxito, hoy tienen también en Cancún y Tulum– y una de sus prioridades fue la máxima calidad de la comida y la bebida.
El hotel tiene 12 restaurantes impecables con una oferta desde los mariscos más frescos y la comida mexicana típica, hasta especialidades asiáticas, italianas y mediterráneas para hacer feliz al foodie más exigente. Si de plano te gana la flojera, tienes la opción de pedir room service las 24 horas.
Para calmar el hambre, bajé a Cocomar –especializado en las delicias del mar– donde no le pude decir que no a un par de ceviches, al aguachile verde de camarón y a un tiradito de salmón. Todo glorioso.
Sed de la mala y mucho por hacer
Ya se sabe que playa y calor, con un trago en la mano se vive mejor, por eso también se aplicaron muchísimo en el tema ofreciendo cinco bares con una gran selección de etiquetas nacionales e internacionales.
De hecho, me tocó tomar una clase de mixología con Natalio, que es un tipazo y un master de las mezclas etílicas, en el Mojito Room que tiene toda la onda.
Con todo su abanico de actividades, en Hilton Vallarta Riviera se vale de todo menos aburrirse. Por ejemplo, me tocó participar en una clase de pintura en la terraza que estuvo épica por el atardecer y porque la verdad yo no había agarrado un pincel desde kínder.
La clase la dio una pintora y muralista que se llama María Cristina Alonso, que es una genia por su trabajo y por la pasión con lo que logra transmitir su sensibilidad. Según yo el resultado estuvo bastante digno…
Ok, pero ¿qué más hay? No miento que hay algo para todos: gimnasio, cancha de volibol playero, terrazas con jacuzzi, kayak, paddel board, cenas con espectáculo de danza en el club de playa y un spa con sala de vapor, sauna y tinas de hidromasaje. Los masajes sí tienen un costo extra, pero las tarifas están muy bien y tu cuerpo y mente te lo van a agradecer.
Un resort para todos
Ya se me estaba olvidando algo importantísimo: Hilton Vallarta Riviera es un destino familiar, pero eso no implica caos ni descontrol. Tiene zonas para que los pequeños gocen a lo grande y otras donde los adultos pueden estar tranquilos y en santa paz.
La mezcla de visitantes está muy padre, con muchos extranjeros (principalmente de Estados Unidos y Canadá) a lo largo de todo el año y una mayor presencia de mexicanos durante nuestras temporadas vacacionales: semanas santas, veranos y fines de año.
Así que encuentras, familias, parejas jóvenes, parejas de jubilados, grupos de amigos, etcétera. Eso sí, todos con la mejor actitud para pasar unos días inolvidables.
El único problema de Hilton Vallarta Riviera es que en algún momento tienes hacer check-out para volver a tu casa… pero siempre puedes regresar.
Las tarifas cambián mucho según la temporada, así que para reservar lo mejor es visitar la página de Hilton.
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