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coolture_GabrielaMistralRRSS La poetisa Gabriela Mistral cumpliría 132 años.

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Gabriela Mistral: cinco poemas para recordarla en su natalicio

Por: Armando Tovar

Este 7 de abril es el natalicio número 132 de la poetisa chilena Gabriela Mistral. Su obra ha trascendido fronteras y los años no han hecho que las y los lectores la olvidemos.

Mistral, cuyo verdadero nombre es Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, fue la primera mujer en Iberoamérica y la segunda persona en Latinoamérica en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1945.

Además de ser escritora y poetisa, Mistral fue profesora, funcionaria y colaboradora en los gobiernos de México (durante la gestión de José Vasconcelos en la SEP, por ejemplo), Suiza y Chile.



Este último país la designó cónsul en Madrid en 1933 y, tan solo un año después, fue nombrada hija adoptiva de Puerto Rico. Falleció el 10 de enero de 1957 en Nueva York, Estados Unidos.

Para recordar a Mistral, te dejamos cinco de sus poemas más importantes.

1. Vergüenza (forma parte de Desolación)

«Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa
como la hierba a que bajó el rocío,
y desconocerán mi faz gloriosa
las altas cañas cuando baje al río.



Tengo vergüenza de mi boca triste,
de mi voz rota y mis rodillas rudas.
Ahora que me miraste y que viniste,
me encontré pobre y me palpé desnuda.

Ninguna piedra en el camino hallaste
más desnuda de luz en la alborada
que esta mujer a la que levantaste,
porque oíste su canto, la mirada.

Yo callaré para que no conozcan
mi dicha los que pasan por el llano,
en el fulgor que da a mi frente tosca
y en la tremolación que hay en mi mano…

Es noche y baja a la hierba el rocío;
mírame largo y habla con ternura,
¡que ya mañana al descender al río
la que besaste llevará hermosura!
«.

2. Atardecer (del texto Lagar, volumen uno)

«Siento mi corazón en la dulzura
fundirse como ceras:
son un óleo tardo
y no un vino mis venas,
y siento que mi vida se va huyendo
callada y dulce como la gacela».

3. El Ixtlazihuatl (del libro Desolación)

«El Ixtlazihuatl mi mañana vierte;
se alza mi casa bajo su mirada,
que aquí a sus pies me reclinó la suerte
y en su luz hablo como alucinada.

Te doy mi amor, montaña mexicana;
como una virgen tú eres deleitosa;
sube de ti hecha gracia la mañana,
pétalo a pétalo abre como rosa.

El Ixtlazihuatl con su curva humana
endulza el cielo, el paisaje afina.
Toda dulzura de su dorso mana;
el valle en ella tierno se reclina.

Está tendida en la ebriedad del cielo
con laxitud de ensueño y de reposo,
tiene en un pico un ímpetu de anhelo
hacia el azul supremo que es su esposo.

Y los vapores que alza de sus lomas
tejen su sueño que es maravilloso:
cual la doncella y como la paloma
su pecho es casto pero se halla ansioso.

Mas tú la andina, la de greña oscura,
mi Cordillera, la Judith tremenda,
hiciste mi alma cual la zarpa dura
y la empapaste en tu sangrienta venda.

Y yo te llevo cual tu criatura.
Te llevo aquí en mi corazón tajeado,
que me crié en tus pechos de amargura
¡y derramé mi vida en tus costados!
«.

4. La Pajita (publicado en el poemario Ternura)

«Esta que era una niña de cera;
pero no era una niña de cera,
era una gavilla parada en la era.
Pero no era una gavilla
sino la flor tiesa de la maravilla*.
Tampoco era la flor sino que era
un rayito de sol pegado a la vidriera.
No era un rayito de sol siquiera:
una pajita dentro de mis ojitos era.

¡Alléguense a mirar cómo he perdido entera,
en este lagrimón, mi fiesta verdadera!
«.

*La flor de la maravilla es la forma en la que se le conoce en Chile al girasol.

5. Alcohol (del libro Poema de Chile)

«Resbalando los pastales
y entrando por los viñedos
que el Diablo trenza y destrenza
desde la cepa al sarmiento,
dan al animal y al indio
tufos de alcohol violento
y ambos ven la llamarada
que salta de pueblo a pueblo,
con la zancada y la mueca
del mono que corre ardiendo.

Al indio el payaso trágico
le robó el padre en su juego;
al otro quemó el pastal
que blanqueaba de corderos,
y a mí me manchó, de niña,
la bocanada del viento.

Vaciaremos los lagares
y aventaremos los cueros,
para quemar la demencia
de los mozos y los viejos.
¡Ea, el chiquillo y la bestia!
¡Vamos por bodega y pueblos,
vamos, como los cruzados,
hostigando al Esperpento!
«.

Con información del Instituto Cervantes y Gabriela Mistral en verso y prosa: Antología, de la Real Academia de la Lengua Española (Perú, 2010).

Imagen: Secretaría de Cultura de México (Facebook oficial)

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