Pexels
Dime cuántos puestos de tacos tienes cerca y te diré en qué parte de México vives: la importancia de los mapas sobre comida
Los tacos son uno de los «manjares» que nos unen, por lo que mapas sobre su ubicación, o sobre comida, no están nada mal.
Baruch Sangines lo supo en 2019, cuando registró con ayuda de la cartografía y datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), cuántos puestos de este alimento hay en el país.
Los resultados fueron sorprendentes. Tan solo en la Zona Metropolitana del Valle de México, 95% de la gente cuenta con un puesto de tacos a menos de 5 minutos de su casa.
«Queríamos que la gente viera gráficamente cómo se distribuyen estos puestos en los que comemos diario, pero que no tenemos idea de cuántos son», destaca en entrevista para Coolture.
En este mapa titulado «Taco Universe», Sangines también descubrió que las personas que viven en Monterrey, Nuevo León, y Guadalajara, Jalisco, tienen que caminar un poco más para comprar comida, especialmente sus tacos favoritos.
Aunque los datos recabados por el maestro en Geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) nos ayudaron a ver dónde se ubican los puestos de este platillo, aún no existe una base de datos para clasificarlos por tipos: guisados, dorados, barbacoa o carnitas, por ejemplo.
«Por tipo no tenemos información porque el Inegi solo nos proporciona un directorio de dónde (están los locales), pero no de qué se componen. Sería genial. Fue más un análisis de accesibilidad», agrega.
Mapas para la alimentación
La comida, como menciona Sangines, es un tema que «hermana» a propios y extraños, sin importar si eres del norte o del este del país.
No obstante, pocas veces nos cuestionamos qué tan fácil conseguimos los alimentos más saludables o nuestros antojos de fin de semana. ¿Acaso es la misma situación en poblados alejados de las grandes urbes?
Esto ha llevado al diseñador de Dataviz a pensar en otros mapas que muestren la realidad de la comida (no solo de tacos) en nuestro país.
Prueba de ello es el estudio sobre las tiendas de abarrotes y los sitios donde compramos frutas y verduras (sí, habemos algunas y algunos que preferimos los últimos).
Esta investigación, publicada a mediados de 2020 (en plena pandemia), arrojó que el 96% de las personas en la Ciudad de México cuenta con una «tiendita» o un Oxxo o 7Eleven a menos de 3 minutos de su casa.
«Tenemos acceso muy fácil a la comida industrializada o ‘chatarra’. Respecto a las frutas o verduras es mucho menor; debes caminar más. Solo 50% de la gente tenía un puesto a menos de 100 metros. Es una forma de ver que, para cuidarte, necesitas esforzarte un poquito más», asegura.
Aunque Sangines realiza varios estudios derivados de trabajos de consultoría, hay uno en el que cualquiera de nosotras y nosotros puede participar: el de puestos de elotes y esquites, un platillo clásico de México.
En esta situación, comenta que no fue tan sencillo, debido a que no existe un fácil acceso a los datos sobre los locales y «carritos».
«La población consumidora y los que venden alimentaron la información. Es una especie de mapa colaborativo», narra y agrega que McCormick se acercó con ellos para dar más datos al respecto.
¿Por qué te deben importar los mapas y la visualización de datos?
Baruch Sangines cuenta que la importancia de los mapas y la visualización de datos, sean sobre comida, elotes o tacos, radica en que «abre la puerta» a mayores análisis y a que la gente conozca otra clase de información.
«Se buscan las relaciones entre varios temas. Por ejemplo, en el caso de la comida, además de la ubicación de puestos de tacos, habría que estudiar la relación que hay entre condiciones de salud y lo que comemos. O en las tiendas de abarrotes podemos analizar si hay un mayor porcentaje de obesidad o cuestiones que impactan la salud de los mexicanos», cuenta.
Para el investigador esto es algo medular en su trabajo. A futuro, le gustaría estudiar las correlaciones de las variables estudiadas, realizar un análisis a profundidad y que este incida en políticas públicas que mejoren, en el caso de la alimentación, los hábitos de la población.
«De lo más interesante en estos trabajos es el grado en que se han viralizado. También hemos hecho investigaciones sobre Covid-19, seguridad y movilidad que han tenido éxito», detalla.
Si piensas que hacer un mapa (de comida o condiciones climáticas) solo es para las y los geógrafos, estás en un error: se puede aplicar a cualquier área.
«Hay oportunidades (en la materia) en la iniciativa privada, donde se ha ido avanzando. Otra que puede mejorar es en el gobierno; estamos acostumbrados a ver gráficas planas (…). Se debe desarrollar esto, porque a la gente le gusta mucho la visualización no solo de datos, sino de diseño agradables o imágenes», dice.
Un mapa o dos, ¿cómo puedo entrarle al tema?
Si quieres aprender sobre cómo hacer mapas o visualización de datos sobre tu trabajo o área de estudio, Sangines nos expone algunos consejos a seguir:
- Estudiar matemáticas y estadística: esto con el fin de saber a ciencia cierta cómo analizar los datos. «Las bases vienen en archivos donde no te viene hecho el trabajo», hace hincapié.
- No escatimes en aprender diseño: te ayudará a «atrapar» a la gente con gráficas, mapas y contenidos visuales.
Con el paso del tiempo y la práctica, genera tu propio estilo, a la par de enfrentarte a uno de los mayores retos: decidir tu tema de investigación.
«Hay temas que le interesan a un grupo muy reducido de población, como el petróleo o algunos económicos, pero hay otros como seguridad, movilidad o comida. Elige un tema que guste y sea interesante», recomienda.
Una vez que ya tienes un tópico (más difícil que tu tesis de licenciatura), es momento de buscar los datos, que no siempre están en el mismo lugar.
«Si no hay información, debemos generarla. Luego de eso, vemos el diseño de las gráficas o mapas para que la gente se interese desde las formas y los colores», añade.
Acércate a los mapas más allá de lo que estudiaste pero, mientras tanto, ve por unos tacos o a disfrutar tu comida.