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¿Qué hacer cuando tu pareja esta enojada contigo?

Por: Emma Sifuentes

El amor es complejo y a veces por más que busquemos la manera de entenderlo no lo logramos. Estar en pareja representa mucho más que los besos, las caricias y pasar tiempo juntos, también implica los malos momentos, las discusiones y las separaciones momentáneas que pueden traer los malos entendidos.

 

Lo mejor de todo es que a pesar de que las peleas no siempre tienen solución, es que puedes hacer el intento por hacer que las cosas cambien y mejoren; y para ello, existen algunos tips claves que podrían ayudarte especialmente si el que está enojado no eres tú.
Hablarle a tu pareja cuando está molesta puede ser un tema delicado, pero es necesario que en uno quepa prudencia y haya disposición para intentar solucionar las cosas.



 

¿Cómo hacerlo?

Para empezar, es indispensable que sepas qué es lo que le molesta a tu pareja, buscar la manera de investigar las razones que hay detrás de su cambio de actitud y si tu pareja no se presta en el momento, tampoco insistas, espera a que se le pase un poco y evita una confrontación mayor.

 

Si tu pareja no quiere hablar, busca la manera de respetar su espacio y que no sienta una falta de interés. Esto es indispensable porque siempre queremos saber que el otro está a nuestro lado aunque las cosas no vayan bien.



Es importante no culpar a nadie, sino intentar marcar una estrategia que venga bien a ambos para próximas discusiones.

Nunca alimentes al monstruo, cuesta trabajo no hacer reproches, pero vale la pena si tu intención es hacer que pase la tormenta y las cosas mejoren. Ojo, no estamos diciendo que le des la vuelta a la página y se olviden del punto central del conflicto, háblenlo cuando ambos estén en la mejor disposición.

 

Y por último y el más importante, alguien tiene que ceder.

 

Es importante entender que no tiene razón quien más se enfada. Esto significa que por mucho que te moleste y expreses tu enfado, el otro no tiene por qué cambiar nada si no lo ve adecuado. Nadie tiene que someterse a los deseos del otro, pero es importante encontrar un equilibrio entre ambos, hablarlo y ambos entender que deben poner de su parte y que no se trata de ganar o perder, sino negociar.