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‘Donde come uno, comen cuatro’: mamá ciervo
¿Quién podría decirle ‘no más’ a las barras de cacahuate? Esta ciervo tampoco pudo, y es más, no le bastó con disfrutar ella, como buena madre, fue por su familia e hizo que regresaran todos a la tienda donde les dieron de comer a todos.
En una zona de campamento de las montañas de Fort Collins, Colorado, Lori Jones atiende una tienda de recuerditos, cuenta que por la región hay muchos ciervos que han dejado la timidez y han decidido socializar más con los humanos, al grado de haber recibido una visita muy especial: mamá ciervo entró a la tienda, sin dinero, sin permiso, quería ver qué le ofrecían.
Pasó por todas las secciones de la tienda, desde la comida chatarra, hasta los lentes de sol. Como Lori no encontraba la forma de hacerla salir, optó por ofrecerle una barrita de cacahuate. Y lo logró. Pero eso no fue todo, ella fue una madre muy sabia y supo que donde come uno, comen cuatro, fue por sus hijos y después de media hora regresó para que alimentaran a todos.