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Por creerse Ash Ketchum: despiden a policías de Los Ángeles por ir a «cazar» pokémones
Dos policías de Los Ángeles perdieron su trabajo por ignorar una solicitud de refuerzos para atender un robo en un centro comercial de California y preferir ir a «cazar» pokémones.
Los oficiales Luis Lozano y Eric Mitchell desestimaron los llamados provenientes de patrullas que intentaban controlar un robo en una tienda.
Ellos decidieron buscar 2 figuras virtuales del videojuego Pokémon Go, de acuerdo con documentos judiciales.
El sistema de comunicaciones de la patrulla grabó las conversaciones de ambos oficiales en las que comentaban la repentina aparición de un «Snorlax» (personaje virtual del universo Pokémon y que es difícil de capturar).
«Por aproximadamente otros 20 minutos, el sistema de grabación captó a los demandantes discutiendo sobre Pokémon mientras manejaban hacia diferentes lugares donde las criaturas virtuales les aparecían en sus dispositivos móviles», señala el documento.
«Mientras iban hacia la ubicación de ‘Snorlax’, el oficial Mitchell le advierte al oficial Lozano que ‘un Togetic acaba de aparecer'», agrega.
Los policías capturaron a ‘Snorlax’ y siguieron atrás de la otra criatura virtual. «Esta cosa me está venciendo», mencionó Mitchell refiriéndose al «Togetic», de acuerdo con los documentos.
Las acusaciones contra los policías
El incidente ocurrió en abril de 2017. Los oficiales están acusados de mala conducta; no haber atendido el llamado de apoyo, jugar Pokémon Go en la patrulla y dar falsas declaraciones sobre el caso.
Los policías reconocieron haber ignorado el llamado por refuerzos, pero negaron que estaban»cazando» pokémones.
Argumentaron, en cambio, que estaban apenas discutiendo el juego y desafiaron a la ciudad de Los Ángeles por el despido.
El tribunal de apelaciones refutó sus explicaciones y respaldó la decisión.
Pokémon Go consiste en ubicar y capturar criaturas de este universo que aparecen virtualmente en lugares reales, visibles sólo a través de celulares.
El videojuego causó sensación a mediados de la década de 2010, lanzando a millones de personas, teléfono en mano, a la caza de figuras fantásticas.
La popularidad del juego era tal que las y los «cazadores» de pokémones estaban involucrados en accidentes de tránsito y hasta un cruce ilegal de fronteras.