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Aurora Reyes: Ella abrió el camino para las mujeres en el muralismo de México
Aurora Reyes es una de las artistas más reconocidas de México y pionera en el muralismo de nuestro país.
Este 9 de septiembre cumpliría 113 años, por lo que te contamos sobre su trayectoria y las vicisitudes que enfrentó.
Te sorprenderás de la genialidad de sus murales, de su impacto en el arte del país y las enseñanzas que dejó en las temáticas abordadas en sus obras.
¿Quién era Aurora Reyes?
Aurora Reyes nació el 9 de septiembre de 1908 en Hidalgo del Parral, Chihuahua.
Su abuelo era el general Bernardo Reyes, quien encabezó el movimiento armado contra Francisco I. Madero, que derivó en la Decena Trágica.
Debido a ello, Aurora Reyes se mudó a la Ciudad de México, donde ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes.
«Tuvo su primera exposición individual de dibujo en 1925, y desde 1927 comenzó a ganarse la vida como maestra de arte en escuela públicas, trae que consumió gran parte de sus energías», menciona Dina Comisarenco en el libro «Eclipse de Siete Lunas: Mujeres muralistas en México».
Su relación con el muralismo: reflejo de sus convicciones
Aurora Reyes fundó en 1936, junto con otras y otros artistas, la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) y, con ello iniciaría su relación con el muralismo.
Esto se dio gracias a que se acercó a figuras como Frida Kahlo, Concha Michel y Silvestre Revueltas. Además, tenía una excelente relación con su tío, el filósofo Alfonso Reyes.
También militó en el Partido Comunista Mexicano (que abandonó por el trato que se le daba a las mujeres en el grupo) y en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
«Fue una activista a favor del derecho de las mujeres al voto. Además, luchó por el mejoramiento de las condiciones adversas de las mujeres trabajadoras y campesinas», según la Secretaría de Cultura.
De vuelta a los murales
Esto temas se reflejaron en sus murales. Entre 1934 y 1936, Reyes y otros compañeros de la LEAR (Raúl Anguiano, Everardo Ramírez, Gonzalo de la Paz, Antonio Gutiérrez e Ignacio Jaramillo) crearon un mural para el Centro Escolar Revolución, uno de los más importantes para la educación socialista en el país.
«Los temas desarrollados en este se relacionan con el cambio de función del edificio (era la Cárcel de Belén), con la lucha antifascista (…), con la denuncia de los ataques a los maestros participantes en las misiones rurales y con las ventajas que traería la nueva educación al país», explica Comisarenco.
En la sección que le correspondía a la artista, plasmó los tópicos que más le importaban, dejando huella en el muralismo mexicano. Incluyó imágenes de una clara agresión a una maestra.
«El personaje que la arrastra por el piso sostiene en su otra mano un puñado de billetes, símbolo del sistema capitalista, al que la artista y los demás miembros de la LEAR consideraban como uno de los peores enemigos de la humanidad. El fascismo también es encarnado en este personaje, pues aparece vestido con las botas y las ‘camisas doradas’ que identificaban a los violentos grupos nazis mexicanos de entonces», se menciona en el libro «Eclipse de Siete Lunas: Mujeres muralistas en México».
Sin embargo, Aurora Reyes tardó casi 2 décadas para volver al muralismo. Su siguiente trabajo iniciaría en 1959, cuando creó un mural en el Auditorio «15 de mayo» del SNTE. La imponente obra mide 334,40 metros cuadrados y fue concluido en 3 años. Ahí colaboraron Antonio Pujol, Jesús Niño y Salvador Rodríguez.
El mural se llama «Trayectoria»; a través de 4 bloques, nos explica sobre el progreso, la historia y la cultura de nuestro país.
El último mural
Aurora Reyes hizo su última obra en el marco del muralismo mexicano en 1978, cuando tenía 70 años.
La pieza llamada «El primer encuentro» fue creada en la Sala de Cabildos de la sede administrativa de la entonces delegación Coyoacán.
«La pintora, residente del barrio durante muchos años, aprovechó el
espacio concedido para plasmar el histórico momento de la fusión de dos
culturas. En la obra, hace una cita de la escena representada en numerosas
imágenes que desde los códices novohispanos hablan sobre el encuentro
entre Cortés y Moctezuma, sólo que ella lo refiere a la llegada de los españoles a Coyoacán», comenta Margarita Aguilar Urbán en el texto «Los murales de Aurora Reyes: una revisión general».
Más tarde, en 1979, fecha en la que se inauguró el mural, explicó que la lectura de esta pieza busca destacar las coincidencias entre el ámbito histórico, cultural y social y personal de México.
Aurora Reyes más allá del muralismo
Aurora Reyes, además de ser parte del muralismo mexicano y dar clases, «brilló» en otros ramos.
«Desde 1947, en paralelo a su carrera en las artes plásticas, se dedicó a la literatura, particularmente a la poesía, campo en el que ha sido más reconocida por la crítica», indica Comisarenco.
Un ejemplo es el poema «Danza en la playa»:
«Yo seré la sirena de barro: una cinta de niebla en las piernas, una estrella de mar en la mano. Tú serás arcoíris de luna: un camino de siete cristales en la luz de una curva desnuda«.
Murió el 26 de abril de 1985 en la Ciudad de México. Tuvo 2 hijos y se casó con el escritor Jorge Godoy, pero se divorciaron cuando ella tenía 23 años.