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Conoce a la mujer que Cerati dejó en la friendzone

Por: Emma Sifuentes

Cuando te enamoras por primera vez tu vida se vuelve un caos, te la pasas llorando, crees que jamás volverás a amar, eres dramático en exceso y, por si fuera poco, si la persona de la cual estás enamorad@ no te pela sientes que tu vida se acabó por completo.

 

Y si a todo lo anterior le sumamos que tu primer amor es tu mejor amig@ la cosa se pone color de hormiga, porque seguramente sabrás quien le gusta y obviamente no eres tú. Ante esto, la mayoría de personas no saben como reaccionar y siempre llega la gran interrogante, ¿Ser su amig@ o perderlo para siempre?.



 

Pues aunque no lo creas así le pasó a Shakira con Gustavo Cerati, la colombiana estaba profundamente enamorada del cantante argentino.

 

 



Gustavo Cerati la influenció desde pequeña, ya que lo veía en las revistas, sobre el escenario, en sus pósters y afiches de conciertos y no podía evitar esbozar una sonrisa al ver su rostro. Ella buscaba su rostro en los chicos de la escuela; apenas veía un peinado similar, sabía que esa persona debía ser su amigo y pasaba horas contemplando los discos de los argentinos mientras coreaba cada una de sus canciones tan fuerte que esperaba que Cerati la escuchara.

 

La colombiana ya era conocida por hacer pop bien pensado, con sentido y letras dignas de ser cantadas por todos. Poco a poco se ganaba el cariño de fanáticos a lo largo de Latinoamérica y entraba lento al mercado de habla inglesa. En 2005, su productor le dijo tenerle una sorpresa que la haría la mujer más feliz del mundo, quizá la haría dar un paso más. De ser la fan que llora en el concierto, pasaría a ser la artista con la que Cerati quería participar. Ella se petrificó. El argentino, amablemente le extendió la mano y ella trató de mostrarse natural, pero no lo consiguió.

 

 

Lejos de huir o verle con malos ojos, al cantante le pareció una mujer real, tan tierna que no dudó en alabarla por su talento. La cantautora no cabía de tanta felicidad, pero anteponiendo su profesionalismo, trató de sostener conversaciones musicales con el monstruo del rock en español, mismo que se postraba frente a ella con su melena alborotada, sus ojos cansados y su acento. Shakira se sentía la más afortunada del mundo. Sin embargo, Cerati era mucho más que ello y en lugar de sólo alabarla, halló confianza en la colombiana, quien se convirtió en una persona cercana al argentino.

 

«Lo pasé tan bien con él, a veces nos juntábamos a hablar a solas. Era una persona que confiaba mucho en mí. Creo que me consideraba su amiga […] Me acuerdo de que nos reíamos mucho juntos, y también teníamos momentos de más profundidad, en conversaciones sobre cuestiones existencialistas». Pero Shakira sentía algo más profundo por él. Tal vez sólo era admiración o quizá lo estaba idealizando, pero en definitiva, ella siempre pensó más allá. Cerati estaba casado y cuando se divorció comenzó a salir con una mujer muy bella. La cantante, como la gran amiga que siempre fue, lo apoyó.

 

En la actualidad, ella asegura que siempre fue su amiga, pero que lo quería como no imaginó. Lo admiraba y le quería, incluso le pidió que le regalara una de sus pertenencias más grandes: un diccionario personal que él mismo realizó a lo largo de la vida y aunque no lo tiene en posesión, mantiene en la memoria grandes anécdotas como su amigo, ídolo y amor imposible. Por ello, le dedicó «Sale el sol» «Esta canción va para todos los que alguna vez pasamos un momento difícil. No importa qué tan mal se vean las cosas, hay luz al final del camino. Esta canción quiero dedicársela a mi gran amigo Gustavo Cerati. Gustavo, después de la tormenta, sale el sol». Desafortunadamente, eso no pasó, pero en Shakira vive el recuerdo del músico que despertaba en ella una gran admiración y también un gran hombre que se mantuvo en su vida como un amigo y como un amor imposible.