relación tóxica
¿Cómo salir de una relación tóxica y no morir en el intento?
En todas partes a donde voy y con mucha gente con la que hablo, escucho frecuentemente que se encuentran atrapadas en una relación tóxica y que no saben qué hacer para salir de ella sin sentir dolor y sufrimiento.
Claro está que en todas las relaciones existe una dosis de toxicidad. Sin embargo hay relaciones en las que únicamente se vive manipulación, celos excesivos, violencia psicológica y más.
La raíz del problema es que ninguno de los dos miembros en pareja logra ver ni experimentar que ninguno obtiene una ganancia con la manipulación, la descalificación, los comentarios hirientes, la privación de la libertad al otro. Normalmente lo viven como si únicamente perdiera la parte débil (la víctima), y el otro ganara (el fuerte).
Dentro de las razones por las que resulta difícil salir de una relación tóxica está el hecho de haberte vuelto dependiente de la misma.
Hasta encuentras en la manipulación la calma y la estabilidad que necesitas (aunque te suene descabellado), o bien piensas que el tiempo te ayudará a eliminar el problema, o que podrás hacer cambiar a tu pareja.
Aquí te dejo algunos consejos para salir de ese tipo de relaciones, de la mejor manera y sin sufrimientos innecesarios:
Acepta que también eres culpable
Es natural pensar, cuando se experimenta una relación tóxica, que la culpa siempre es de la pareja, pero no es así. Ambos han contribuido a fabricarla. Entonces te recomiendo sentarte a escribir todas las cosas que pudieron fallar y qué tanto y cómo participaste en ellas.
Haz las paces con tu pasado
Muchas personas que viven relaciones tóxicas han experimentado en su niñez algún tipo de pérdida, abandono o hasta sobreprotección. Es necesario analizar nuestro pasado para detectar la posible causa raíz del problema y poner una fecha límite para que esa experiencia del pasado expire.
Convéncete que tú no puedes cambiar a otra persona
No puedes vivir con el pensamiento de que tu amor lo hará cambiar. Eso nunca sucederá. Debes convencerte de que cada persona vive su propio proceso mental y conductual y que sólo la propia persona es quien puede decidir cómo se quiere sentir y qué debe hacer para lograrlo.
No tengas miedo
A veces tenemos miedo de tener miedo. Pensamos que si tomamos una decisión radical vamos a sufrir y morir, pero créeme que no es así, al contrario, cuando finalmente decidimos tomar la decisión de romper con esa relación tóxica, empezamos a experimentar sensaciones de libertad, de amor por la vida, de seguridad y como consecuencia nuestra autoestima se fortalece, lo cual es muy importante para nunca más permitirnos experimentar otra relación de ese tipo.
Así que ya sabes, nadie se ha muerto en el intento por recuperar su vida, su identidad. Atrévete y sé feliz.
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