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«Desde el cielo una hermosa mañana…»: esta es la historia de la Basílica de Guadalupe
Diciembre llegó y con él, la temporada en que las y los católicos recorrer cientos o miles de kilómetros para llegar a la Basílica de Guadalupe, cuya historia va más allá de la fe.
La virgen de Guadalupe, que es venerada en México, Latinoamérica y hasta Filipinas, es considerada una de las figuras más importantes dentro del catolicismo. Se le rinde culto el 12 de diciembre.
Millones de personas viajan cada año para ver a la «morenita del Tepeyac», dar gracias y pedir por sus seres queridos, esto mientras rezan y cantan en el santuario ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Érase una vez en 1695…
Entre 1695 y 1709 se erigió el primer sitio para venerar a la virgen de Guadalupe, que se ubica en el cerro del Tepeyac, en la Ciudad de México.
El lugar fue elegido por el arquitecto Pedro de Arrieta porque es donde supuestamente San Juan Diego vio a la «morenita del Tepeyac» en diciembre de 1531.
De Arrieta «colocó en cada una de las puertas un relieve con una de las apariciones a Juan Diego y las imágenes de apóstoles y profetas. Las 4 torres, la cúpula y el arco poligonal sobre la puerta principal, se colocaron para así poder relacionar este templo, de manera simbólica, con el Templo de Salomón en la ciudad de Jerusalén que seguía estas mismas formas según la escritura. Con ello se pretendía mostrar que la Nueva España era, también, un territorio sacralizado, escogido por la madre del señor», explica la administración de la Basílica de Guadalupe en Catholic.net.
En ese tiempo, el recinto mariano no era considerado basílica; era una colegiata, es decir, tenía las mismas funciones de una catedral y contaba con un abad y canónigos seculares.
Durante siglos, este lugar tuvo en su interior el ayate (conocido como el Códice Guadalupano) donde apareció la virgen de Guadalupe.
Hasta 1904, el sitio obtuvo el grado de basílica. Durante la Guerra Cristera (1926-1929), la imagen fue escondida y volvió a verse en el atrio del sitio hasta el fin del conflicto armado.
1974: nueva Basílica de Guadalupe
La Antigua Basílica de Guadalupe sufrió durante siglos diversos daños estructurales. A esto se le sumó un severo hundimiento que, en el siglo XX, hacía casi imposible «sacar adelante» al templo mariano, además de que ponía en peligro a las y los peregrinos que acudían al sitio.
Fue así que, el 12 de diciembre de 1974, se anunció que los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez, José Luis Benlliure, Alejandro Schoenhofer, fray Gabriel Chávez de la Mora y Javier García Lascuráin estarían a cargo del proyecto para edificar una nueva Basílica de Guadalupe, con lo que inicia la historia del sitio que tu tía Cool y tú conocen.
Este lugar se llama oficialmente Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe.
Así se forjó el templo
«El proyecto debía plantearse con arquitectura de actualidad, pero que no opacase la tradicional de La Villa. Tampoco debía de recurrirse a elementos de otras épocas; estas premisas se lograron, inicialmente, con la ubicación del edificio nuevo, a un costado de la plaza, de manera que no restase protagonismo a la Colegiata ni al Convento de Capuchinas», de acuerdo con Juan B. Artigas en el artículo «La Basílica del siglo XX en La Villa de Guadalupe», de la UNAM.
La forma circular, según explicó Javier Ramírez Campuzano, hijo de Pedro Ramírez, a Milenio, es por «necesidades de la construcción», por lo que las historias sobre las supuestas figuras que se pueden ver son erróneas.
Los materiales que emplearon fueron concreto armado para la estructura y lámina de cobre para la techumbre (por eso es color verde).
Uno de los principales retos era que las y los feligreses vieran de cerca el ayate. Ramírez Vázquez lo resolvió de una manera singular para la época: con una banda mecánica que, sin necesidad de tumultos, permite a la gente observar la imagen a pocos metros.
Dos años después, el 12 de octubre, se inauguró el nuevo recinto, considerado dentro del ámbito de la arquitectura monumental.
Para trasladar la imagen de la virgen, se hizo una peregrinación llena de de vítores, el repicar de campanas de la Antigua y nueva basílicas y cantos.
Mientras tanto, la Antigua Basílica de Guadalupe cerró en 1979 y el público no tuvo acceso a ella durante más de 20 años. Reabrió sus puertas en el 2000, bajo el nombre de Templo Expiatorio a Cristo Rey.
El mote es porque «a su espalda está la capilla donde el Santísimo Sacramento está expuesto las 24 horas del día», según ACI Prensa.
La Basílica de Guadalupe en números
- La nueva Basílica de Guadalupe tiene una altura de 42 metros y su superficie mide 10,000 metros cuadrados, de acuerdo con Excélsior.
- Cuenta con 344 pilotes de control y 7 accesos al frente, donde hay una capilla abierta.
- El gobierno de la Ciudad de México estima que, anualmente, llegan 20 millones de peregrinas y peregrinos.
- 9 millones de feligreses viajan a la capital del país para ver el 12 de diciembre a la virgen.
- Debido a las millones de personas que han realizado (y organizan) peregrinaciones a lo largo de la historia rumbo a la Basílica de Guadalupe, es el segundo recinto mariano más visitado del mundo. El primero es la Basílica de San Pedro.