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"#MeToo" protest march (FILES) This file photo taken on November 12, 2017 shows Victims of sexual harassment, sexual assault, sexual abuse and their supporters protest during a #MeToo march in Hollywood, California on November 12, 2017. As the world marks International Women's Day this week, it remains to be seen whether campaigns such as #MeToo and #Timesup can really advance the fight for women's rights and gender equality worldwide or whether their effects will be more transitory.The #MeToo and #Timesup campaigns that went global last October following allegations of sexual misconduct by Hollywood producer Harvey Weinstein coincided with a number of other major advances in women's rights worldwide. / AFP PHOTO / Mark RALSTON

Cinéfilo

Después de tantas promesas de diversidad ¿Qué es lo que cambiará en Hollywood?

Por: Redacción

¿Es posible un Hollywood incluyente? Frances McDormand aprovechó la gala del Óscar para poner su solución sobre la mesa: una «cláusula de diversidad» en los contratos.

 

La idea suena desde hace tiempo, pero nunca nadie la había propuesto en la mayor fiesta de la industria del cine. McDormand, coronada mejor actriz el domingo por su papel en «Tres anuncios por un crimen», la defendió con entusiasmo.



 

En los últimos años, con cada premiación surge una causa, desde el #OscarSoWhite en favor de la minoría negra hasta el actual #TimesUp y #MeToo en defensa de las mujeres. La entrega de los Óscar, criticados por su falta de diversidad, es una vitrina perfecta para pedir cambios en la meca del cine. Pero, ¿pasa algo más allá de los discursos?

 

El Óscar de este año cierra una temporada de premios sacudida por una ola de escándalos de acoso y abuso sexual encabezados por el productor Harvey Weinstein y otros pesos pesados de la industria, caídos en desgracia.



 

En la ceremonia, el comediante Jimmy Kimmel invitó a Hollywood a liderar un camino de inclusión e igualdad de género, y el rapero Common y la cantante Andra Day cantaron junto a militantes feministas en el escenario.

 

También hubo llamados a un mayor control del porte de armas y en contra de la política anti-inmigración del presidente Donald Trump.

 

Pero a la hora de entregar las estatuillas, fue lo mismo de siempre: la mayoría de los ganadores fueron hombres blancos, aunque los premios más prestigiosos, el de mejor película y mejor director, fueron para un mexicano, Guillermo del Toro, por su cinta «La forma del agua».

 

Jordan Peele fue el primer negro en ganar mejor guión original, una categoría en la que también competían Del Toro y el comediante paquistaní Kumail Nanjiani.

 

De las 20 categorías -sin contar las cuatro de actuación- 47 mujeres eran candidatas y solo cuatro ganaron, un 8,5%; mientras que de 150 hombres, 32 se llevaron un Óscar (21,3%), según un estudio del sitio especializado Gold Derby.

 

«Tenemos historias que contar que necesitan financiamiento», lanzó McDormand en el teatro Dolby, tras convocar a todas las nominadas a ponerse de pie.

¿Cuántos tienen el poder?

La Academia del cine de Estados Unidos tiene un 28% de miembros mujeres y un 13% de «gente de color», una frase muy usada en Estados Unidos para referirse a cualquier persona no blanca (en 2015, representaban el 8%).

 

Aunque «puede que haya en marcha cambios significativos en varias estructuras de Hollywood, el hecho es que los números no reflejan ningún cambio», explicó Martha Lauzen, directora del Centro para el Estudio de la Mujer en la Televisión y el Cine de la Universidad de San Diego.

 

«En 2017, las mujeres representaron el 11% de los directores en los 250 filmes más taquilleros. Esto es lo mismo que en 2000», criticó.

 

Greta Gerwig («Lady Bird»), por ejemplo, fue la única mujer nominada a mejor dirección este año y la quinta en la historia del Óscar, mientras que Rachel Morrison fue la primera nominada por fotografía.

 

«Pero hay ejemplos de filmes como ‘Pantera negra’ o ‘Mujer maravilla’ que sugieren que hay una mayor apertura a hacer las cosas de manera diferente», señaló Katherine Pieper, investigadora del Annenberg Inclusion Initiative, en referencia a estos dos taquilleros filmes, dirigidos y protagonizados por negros y mujeres respectivamente, atípico en el género de superhéroes.

 

Disney lanzó ahora «Un viaje en el tiempo» dirigida por Ava DuVernay, la primera mujer negra a la que se le confía una película de más de 100 millones de dólares, y que tiene un elenco principalmente no blanco.

 

McDormand explicó tras bastidores que hasta una semana antes de la ceremonia escuchó de esta cláusula de inclusión propuesta por Stacy Smith, fundadora y directora del Annenberg.

Y con ella cerró su discurso: «Les dejo dos palabras damas y caballeros, ‘inclusion rider'»… mandando a más de uno a Google.

 

En español se traduciría a algo como ‘jinete de la inclusión’, y consiste en que los actores pueden exigir en sus contratos que haya diversidad en el elenco y el equipo de producción.

 

Pero, «¿cuántos actores y directores tienen el poder de hacer esa exigencia?» y «¿cuántos harán uso de ese poder?», se preguntó Lauzen, que defiende las «metas de contratación» -o más bien cuotas- y que más mujeres en posiciones de poder reducirían el sexismo y crearían más puestos de trabajo para otras mujeres.

 

Aunque no es una regla escrita en piedra: Kathleen Kennedy, por ejemplo, jefa del imperio «Star Wars», solo ha contratado hombres blancos para las películas de la saga.

 

Con información de AFP.