Los Ángeles Azules y su secreto para gustarle a todos

Uno de los éxitos de la cultura latinoamericana es la música. ¿Cuántos europeos y norteamericanos se le acercan a un latino que baila bien para pedirle que le enseñe a mover el cuerpo y cuántos se ven ridículos al imitarle los pasos? ¡Muchísimos! Uno de esos géneros que más furor causa entre la gente a nivel mundial, y que pone a moverse a cualquiera aunque no sepan bailar, es: la cumbia.

 

Los Ángeles Azules no venden por la cara bonita de sus integrantes (que además son una familia de Iztapalapa), ni por ser modelos de gimnasio, venden porque la cumbia hace bailar a cualquiera, porque no fueron nada pretenciosos para construirse una imagen, ni invierten millones de dólares como Britney Spears o Michael Jackson en operarse para salir bien en la foto. Los muchachos descubrieron que tenían talento para poner a bailar a su barrio, después a otros barrios, luego a la Ciudad de México y así hasta que hoy están en el lineup de Coachella, festival hipster neo-hippie, uno de los más famosos del mundo.

Hasta el 2013, todos éramos cumbia lovers de clóset, porque qué oso que un godín o un honorable universitario dijera enfrente de todos «a mí me gusta la cumbia y qué». Y en eso, la idea millonaria: presentar a los Ángeles Azules en el Vive Latino 2013 y ser todo un éxito, porque entonces sí se vale bailar cumbia enfrente de todos. ¿Y qué más? Hay llegarle a toda la gente…  ¿qué tal una orquesta sinfónica y colaboradores de otros géneros?

 

¡Bingo! La gente que escucha música sinfónica va a ir, los que escuchan pop, también, los rockeros y entonces ya se vale en todas las élites sociales y nadie juzgará nada. Por eso, seguramente en el concierto Los Ángeles Azules Sinfónico que tienen mañana 25 de enero 2018 en el Auditorio Nacional, habrá todo tipo de gente compartiendo el mismo gusto: bailar y cantar cumbia muy felices.