En Ruanda, la eyaculación femenina es un regalo de los dioses

Lo más triste de las estadísticas sexuales es que siempre las mujeres salimos perdiendo, ¿y el orgasmo, dónde quedó? El hombre occidental sigue lleno de machismo y prejuicios sociales que lo hacen egoísta e ignorante. Pero en Ruanda, un país de África central, el orgasmo femenino, que debe ir acompañado de eyaculación, es considerado como un regalo de los dioses.

Recuerda una cosa, no es lo mismo orgasmo, que eyaculación, muchas mujeres tienen orgasmos sin eyacular, pero lo que los ruandeses buscan no es simplemente un orgasmo, sino que la mujer llegue al grado máximo de eyacular. Así de maravilloso como se lee, lo mejor es que lo llevan a cabo siempre.

En el sabio país africano, las parejas no conciben una relación sexual si la mujer no eyacula, él se llena de frustración y ella se ofende. Para los occidentales se sigue manejando como un mito, «¿a poco las mujeres se vienen?», claro que sí, hombres necios que… diría Sor Juana.

Los ruandeses lo toman como algo sagrado que los dioses les envían porque, según las leyendas, mediante la eyaculación femenina, los ríos y lagos se llenan de agua. Es una puerta que todo hombre está encomendado a abrir para que el agua riegue la vida.