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Museo Nacional Ajolote | Coolture decorative

Héctor Cueto

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No solo está en nuestros billetes: conoce el Museo Nacional del Ajolote

Por: Business Insider México

La primera vez que Pamela Valencia, fundadora del Museo Nacional del Ajolote, vio a uno de estos peculiares animales fue en el centro de la Ciudad de México, en junio de 2017. De acuerdo con ella, fue amor a primera vista.

«No podía creer que existiera un animal tan maravilloso. Desde que los vi, supe que tenía una conexión con ellos, y a partir de ahí me puse a investigar y hacer cosas por ellos», platica en entrevista.

Pamela comenta que su pasión por estos animales la llevó eventualmente a conseguir los permisos para poder tener a uno en su casa y continuar aprendiendo sobre sus cuidados. Su curiosidad y pasión por los ajolotes se transmitiría a sus vecinos, que venían a buscarla para aprender sobre el animal.



«Me llevo muy bien con todos mis vecinos. Luego me decían cosas como ‘oye, vino mi papá de Veracruz. ¿Puede pasar a ver a tus ajolotes?’, y daba las mismas charlas que doy hoy en el museo, pero en pijama. Ahí me di cuenta de la importancia de que el proyecto tuviera más exposición», explica sobre cómo le llegó la idea de crear un museo dedicado a esta especie, de la cual se estima existen apenas unos 1,000 ejemplares en estado silvestre.

Y fue precisamente en octubre del año pasado que el sueño de Axolotitlán —el otro nombre del Museo Nacional del Ajolote— por fin se materializó y abrió sus puertas de manera oficial al público.

El Museo Nacional del Ajolote se encuentra ubicado dentro de un área natural protegida

Museo ajolote
La entrada a Ectágono, el lugar donde se encuentra el Museo Nacional del Ajolote.
Héctor Cueto

Si te preguntas por qué el Museo Nacional del Ajolote no se encuentran en Xochimilco —hábitat natural del Ambystoma mexicanum— la razón, de acuerdo con Pamela, es que el recinto se beneficia más al contar con diferentes proyectos que se apoyan entre sí.

Axolotitlán se encuentra dentro del proyecto ecológico Ectágono, un área natural protegida en la barranca de Tarango (la única que queda sin urbanizar en la Ciudad de México) y que tiene dentro de sí diversos proyectos de índole social y ambiental.



Algunos de estos son La Pupa, un mariposario; Tierra Permanente, dedicado al cultivo de huertos urbanos; Cielo de Aves, dedicados al rescate, mantenimiento, rehabilitación y liberación de aves rapaces; Aldea Tonantzin, dedicado a la difusión de la medicina ancestral a través del temazcal; entre otros más.

Estos proyectos son congruentes con ser ecológicos; es más, el terreno de aproximadamente una hectárea donde se localizan obtiene energía eléctrica a través de celdas solares ubicadas en su explanada.

De hecho, el Museo Nacional del Ajolote también tiene como vecino al proyecto Ríos Tarango, que se dedica al rescate de los ríos de la zona y al aprovechamiento y limpieza del agua. Ellos ayudan a abastecer al museo con este recurso; incluso, si esa agua llega a tener la calidad óptima, puede alimentar los estanques de los ajolotes.

«Creemos que es muy importante proteger la zona y trabajar en comunidad con nuestros compañeros que habitan el proyecto Ectágono para ver cómo nos fortalecemos», agrega Pamela.

La primera parte del Museo Nacional del Ajolote cuenta con una pequeña exposición de arte y la presentación de un documental

Museo ajolote
El Museo Nacional del Ajolote se encuentra dentro del proyecto ecológico Ectágono, y cuenta actualmente con tres domos hechos de tetrapack reciclado. Héctor Cueto

El museo cuenta con distintas ofertas culturales y educativas en torno a los ajolotes, y actualmente se compone de tres áreas: la primera es donde se exponen elementos culturales e históricos acerca del ajolote mexicano; el segundo es el ajolotario, donde se encuentran los especímenes, y el tercero es la tienda de souvenirs.

Lo primero que podrás ver al entrar al museo como tal es la exposición “50 Ajolotes”, elaborada para conmemorar el lanzamiento del nuevo billete de 50 pesos, y en donde 50 artistas mexicanos intervinieron piezas de barro para «mostrar la importancia de los ajolotes y cómo protegerlos». Estas piezas se expondrán posteriormente en el museo del Banco de México.

Una de las piezas que conforman la exposición «50 axolotes». Héctor Cueto

A su vez, en la entrada se muestra el corto documental «Ahora soy un axolote» de Alejandra Medellín, que explora la problemática de su extinción y la importancia ecológica de su preservación.

La idea principal de esta área es introducir a los visitantes al mundo de los ajolotes a través de su relevancia cultural; pero hacerlo de una manera divertida.

«Te puedes involucrar en cualquier proyecto si lo haces de manera lúdica. Al acercar a los ajolotes a la gente, pueden tener un espacio en donde aprenden, y cuando aprenden se involucran. Por eso creamos el museo, para que la gente venga, conozca y nos ayuden a sumarse al gran esfuerzo de conservación», explica Pamela. «No puedes defender algo que no conoces, por eso es muy importante que los niños vengan, hagan preguntas, se diviertan y se conviertan en ‘axolotitanes’, como nosotros les llamamos, y ayuden a esta causa».

En su ajolotario, podrás ver y aprender sobre más de 20 especímenes de ajolotes

Por supuesto, la atracción principal del museo son los ajolotes, y en la segunda sección del museo podrás encontrar a 20 ejemplares que van desde especímenes pardos, silvestres y dorados, hasta leucísticos y leucísticos albinos. También encontrarás a un ejemplar muy especial: la «Gorda», la ajolote que fue seleccionada por el Banco de México para servir como modelo para el nuevo billete de 50 pesos.

Museo ajolote
«Gorda», la ajolote que fue la modelo para el nuevo billete de 50 pesos. No da autógrafos. Héctor Cueto

En el ajolotario los visitantes también recibirán una charla informativa sobre los ajolotes —desde su biología básica, hasta cuál es la situación actual de la especie en nuestro país.

«Tratamos que nuestras charlas sean muy lúdicas y entendibles para todo tipo de público —tanto para un niño de cinco o seis años, como para cualquier adulto. Incluso cuando vienen estudiantes de biología o veterinaria, tenemos especialistas que los pueden atender», explica Pamela.

Museo ajolote
El museo cuenta con especímenes de ajolotes variados. Héctor Cueto

Otra misión que tiene el museo es eliminar los mitos y falsedades alrededor de los ajolotes.

Los ajolotes son famosos por sus capacidades regenerativas; pueden regenerar, tanto extremidades, como órganos vitales como pulmones, corazón, médula espinal e incluso partes de su cerebro en aproximadamente dos meses. Sin embargo, esta habilidad los hace víctimas de creencias falsas, mismas que los ponen en riesgo como especie.

«Mucha gente en México aún cree que si consume caldo de ajolote, jarabe de ajolote, tamales de ajolote que esas características se les van a trasladar a ellos, pero esto es un mito. No existe evidencia científica que compruebe esto. Les explicamos que esto no se debe a un tema místico o mágico», explica Pamela.

Museo ajolote
Un ajolote nada en su pecera. Héctor Cueto

El Museo Nacional del Ajolote recibe sus ejemplares a través de diversos canales, como las donaciones.

«Nosotros tenemos varias vías en las que recibimos a los animales. A algunos criadores les gusta mucho nuestra labor y nos regalan ejemplares; otros vienen de obsequios de acuarios», explica Pamela.

Sin embargo, la mayoría de los ejemplares son rescatados.

«Muchos otros son, desgraciadamente, animales de rescate. Vienen de personas a las que nosotros llamamos ‘héreos desinformados’; al querer salvar a los ajolotes lo que hacen es comprarlos y tenerlos como mascota, pero realmente son animales silvestres. Nosotros no recomendamos que se tengan como mascotas», explica Pamela.

Los ajolotes que llegan heridos o con enfermedades son rehabilitados para después ser puestos en exhibición (los que necesitan más reposo, se localizan en otra área para estar tranquilos). A su vez, los ajolotes que llegan a Axolotitlán, ya no son regresados a la naturaleza. «Estos son animales que están acondicionados al cuidado humano; ellos necesitan de nosotros para comer. Los ajolotes que llegan con nosotros van a pasar todo su ciclo de vida aquí.» En las manos correctas, agrega Pamela, un ajolote puede vivir aproximadamente 22 años.

El museo también prepara varias actividades para el Día Nacional del Ajolote

Museo ajolote
Héctor Cueto.

El Museo Nacional del Ajolote también tiene diversas actividades planeadas para celebrar el Día Nacional del Ajolote, que cae el 1º de febrero.

Del 5 al 6 de febrero, Ectágono y el Museo Nacional del Ajolote albergarán una serie de conferencias y charlas de diversos especialistas en los ajolotes. A su vez, se realizarán algunos conciertos al aire libre, y se pondrá un bazar de artesanías y productos mexicanos.

«También vamos a tener documentales, pero la gran sorpresa es que viene el Banco de México a platicar más acerca del billete de 50 pesos —desde su proceso y cómo se crea un billete», explica Pamela.

Al preguntarle sobre el futuro del proyecto, Pamela dice estar esperanzada. «El futuro es alentador. Nos da mucha alegría que la gente venga y que todos estemos en sintonía para hacer crecer al museo. A le gente le gusta mucho este animalito», dice.

De acuerdo con Pamela, los planes inmediatos del museo son terminar su construcción (algo que la pandemia retrasó) y poder llevar el proyecto a otros estados. Incluso tienen el sueño de llegar a Japón, donde los ajolotes también son particularmente famosos.

Sobre qué espera que la gente gane en su visita al museo, Pamela dice: «Quiero que la gente se lleve conocimientos. Creo que estos te pueden acercar a ser parte de la solución. Si yo sé lo que está pasando, desde mi individualidad, puede sumarme a construir y cambiar las cosas. También me gustaría que se lleven inspiración. Se pueden lograr las cosas si levantas la mano [y pides ayuda]; mucha gente te va a ayudar cuando la causa es genuina e involucra un bien mayor. Quiero que se lleven inspiración, conocimiento, curiosidad y, por qué no, también diversión.»

El Museo Nacional del Ajolote se encuentra en Prolongación 5 de Mayo #521, 2do Parque las Águilas, en la alcaldía Álvaro Obregón, de la Ciudad de México.

Sus horarios de apertura son de jueves a domingo de 9:00 a 15:00 horas, y el boleto de entrada tiene un costo de 50 pesos.

Por Héctor Cueto

Con información de Business Insider México

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