Si vas a Oaxaca, te tienes que hospedar aquí. Foto: Vanessa Luján
¡Oaxaca, te amo! Una aventura inolvidable en el Grand Fiesta Americana
Tengo que confesar que Oaxaca es una de mis ciudades favoritas. Para mí, es un lugar mágico lleno de grandes recuerdos y perfecto para un plan en pareja, plan familiar o plan con amigos. No hay pretexto para no pasarla increíble y recorrer los pueblos mágicos de alrededor, probar la excelente comida y la extensa variedad de mezcales. Es un lugar al que puedes llegar tanto en avión como por carretera. La última vez, yo lo hice en coche desde CDMX y fue un viaje increíble.
Nuestra primera parada fue en Puebla para desayunar, ya que llevábamos 2 horas de camino. Como saben, salir de CDMX hacia Puebla es complicado. En las siguientes 3.5 horas, solo paramos en gasolineras. Aunque la carretera tiene un paisaje impresionante, lo único que no me encantó fue el largo tramo de solo un carril. Extrañé la autopista, pero nos permitió disfrutar de las montañas, el cielo despejado, los árboles y el paisaje.
Una vez que llegas a Oaxaca, es básico tener un buen lugar donde hospedarse y desde el hotel poder caminar y recorrer los diferentes barrios.
Revisité el GRAND FIESTA AMERICANA, que tuve la oportunidad de conocer en la inauguración en marzo de 2020, justo un fin de semana antes del lockdown del covid-19. Para mí, el hecho de que tuvieran la inauguración y tuvieran que suspender la operación, pero a pesar de eso conservar los empleos y apoyar al personal, me parece digno de admirarse.
La ubicación del Grand Fiesta Americana Oaxaca es privilegiada – en la Calle de José María Pino Suárez 702, RUTA INDEPENDENCIA, Centro, 68000 Oaxaca de Juárez, Oax. – ya que se encuentra a 8 minutos caminando del Barrio de Jalatlaco y a 14 minutos del andador turístico y el Templo de Santo Domingo. No hay pretexto para no conocer la ciudad. Además, está justo enfrente del Llano, un parque que en la noche tiene puestos de comida donde puedes probar unos deliciosos tacos de tripa o un esquite con maruchan.
En Oaxaca, hay que probar desde los mejores restaurantes – que hay varios y si quieren, les puedo hacer una guía, pero eso es otra nota y otra historia – hasta la comida en los mercados y la comida callejera.
Ya en el Grand Fiesta Americana Oaxaca, desde que entras sientes esa conexión con la ciudad gracias a que la decoración está inspirada en las comunidades que integran la región de los Valles Centrales de Oaxaca. Sitios arqueológicos como Monte Albán y Mitla se ven reflejados en las áreas de la alberca y el salón de eventos, imitando sus bellos templos. La alfarería de barro negro es un hilo conductor en todo el hotel y representa a la comunidad alfarera de San Bartolo Coyotepec.
Mis favoritos, los alebrijes, están en diferentes áreas del hotel así como en el restaurante con piezas en bruto elaboradas en San Martín Tilcajete y San Antonio Arrazola. También están bien representadas las comunidades textileras de Teotitlán del Valle y Santo Tomás. Y los cuartos, algo tienen las camas que te envuelven. Cuando hay que descansar, no hay duda de poderlo hacer para tomar fuerzas y seguir al día siguiente. Siempre se pueden consentir con un masaje o facial de mezcal en el spa, que da la sensación, por la decoración, de estar en la reserva natural de Hierve el Agua. Para quienes no pueden dejar el gimnasio, está super equipado y se ve que los que están allí la pasan bien.
Una gran ventaja es sentirte siempre cuidado por el conserje virtual, dispuesto a crear nuevas experiencias o recorridos por Oaxaca. Lo más importante es que el hotel me hizo recordar por qué amo tanto a Oaxaca. Es una ciudad mágica llena de gente auténtica que ama sus tradiciones, un lugar que te hace sentir como en casa con ganas de aventuras nuevas y un lugar especial para crear memorias con la familia, la pareja o con amigos.
No duden en visitar Oaxaca. Cuéntenos si se les antoja que les hagamos recomendaciones gastronómicas de Oaxaca y también qué otras ciudades quieren que visitemos.