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Pensamiento positivo | Coolture decorative

coolture_pensamientopositivoUnsplash.jpg Pensamiento positivo.

El pensamiento positivo está en nuestras vidas… y ¿cuál es su parte «oscura»?

Por: Armando Tovar

Dinero, amor, éxito… ¿y si bastara pensar mucho en estas metas para que se materializaran? Eso promete la «manifestación», una estrategia de autoayuda, mezcla de pensamiento positivo y rituales mágicos.

Esta medida invadió las redes sociales en Estados Unidos durante la pandemia.

Esta nueva tendencia viral, descartada como pseudociencia por sus detractores, ha dado lugar a una plétora de cursos y programas que cuestan varios miles de dólares.



Pretenden enseñar el arte de «pensar en positivo» a las y los neófitos.

Con un pañuelo y un colgante de cristal, Baila Salifou, de 19 años, explica cómo hacer realidad sus deseos más queridos con 2 vasos de agua, 2 notas adhesivas y mucha imaginación.

Su video ha sido visto casi 500,000 veces en la aplicación TikTok. 

Internet ofrece muchas otras formas de «manifestación»: escribir la misma frase varias veces en un cuaderno; visualizar mentalmente los deseos repitiéndolos en voz alta como si ya se hubieran cumplido, o meditar con la ayuda de cristales y velas.



Es la idea de que «imaginando algo que realmente quieres, estas cosas sucederán», resumió Gabriele Oettingen, profesora de psicología de la Universidad de Nueva York. 

«Es un atajo tentador para hacer realidad tus sueños», afirmó.

El fenómeno del pensamiento positivo se originó en Estados Unidos con el movimiento New Thought del siglo XIX.

La escritora y productora australiana Rhonda Byrne lo popularizó en 2006 en su documental «The Secret» y ha cobrado un nuevo impulso entre las y los jóvenes.

2,000 dólares y una relación

Videos con la etiqueta #manifesting (manifestación) se han visto un total de más de 1,000 millones de veces en TikTok.

Mientras el término aparece en casi 2 millones de publicaciones en Instagram.

Salifou, que vive en Maryland, dijo que descubrió la «manifestación» en 2018, pero recién comenzó a difundir videos en TikTok en febrero pasado. Su cuenta tiene más de 110,000 seguidores.

«Siempre he sido una persona que, cada vez que pensaba en algo y realmente me ponía en ello, se hacía realidad», contó.

Salifou aseguró que a través de la «manifestación» había podido obtener 2,000 dólares en ventas de varios artículos, además de una relación amorosa, después de escribir sobre eso en su diario.

Maria Concha, una neoyorquina que ha entrenado en las técnicas de «manifestación» durante 3 años, destacó que este verano podrá irse de vacaciones a las islas Turcas y Caicos en el Caribe después de numerosas sesiones de «visualización mental».

«Tuve mi mejor año en el negocio durante la pandemia», señaló Concha, quien ofrece entrenamiento individualizado a 5,000 dólares por sesión. 

«La pandemia le ha dado tiempo a la gente para pensar en dónde se encuentran en su vida, si son felices, y los ha obligado a ver las cosas con otros ojos, y a tener una mente más abierta», dijo.

«Sensación de control»

Denise Fournier, una psicoterapeuta de Miami, cree que el atractivo de «manifestarse» proviene de la noción de que les da a las personas una «sensación de control» sobre su entorno.

Esto es vital en un momento en que muchos, especialmente las y los jóvenes, sienten que el Covid-19 les robó el manejo de sus vidas. 

«Muchos adolescentes, e incluso personas adultas jóvenes, han heredado un mundo que les parece muy sombrío», apuntó. 

«Es un mundo que parece responder a una lógica absurda para ellas, su perspectiva de futuro es inestable, lo que puede crear mucha ansiedad y una sensación de caos», explicó Fournier.

En este contexto, según ella, es lógico que la idea de convertirse en el artífice de la propia vida gracias a «una determinada fórmula» parezca muy tentadora.

Pero Fournier advirtió que «manifestarse» puede fácilmente convertirse en «un tipo de práctica superficial, poco realista y sin fundamento».

Esto se da si no logras comprometerte activamente con tus metas. 

Oettingen, autora de un estudio sobre los riesgos del pensamiento positivo publicado en 2014, recordó: «Si simplemente fantaseamos con el cumplimiento de los deseos y asumimos que se materializarán, no lo harán». 

«Descubrimos que cuanto más fantaseaban de manera positiva las personas sobre su futuro, menos deprimidas estaban en ese momento, pero más deprimidas se volvían con el tiempo, en parte debido a su poco esfuerzo y falta de éxito».

Para Concha, la «manifestación» y la visualización positiva conforman un predicado importante para la acción. 

«Si una o uno no tiene claridad sobre su objetivo, ¿cómo va a actuar?», se preguntó.

Imagen: Unsplash

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