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Reseña: Malacopa, la película
Malacopa es risa, música, triángulos amorosos, personajes entrañables (y otros no tanto), concientización y una buena apuesta por parte del cine mexicano. Sin embargo, no todo es perfecto. También tiene algunos huecos en el argumento, un final mal ejecutado y una historia que no brilla todo el tiempo y a la par, se agota muy rápido.
Una premisa que cuenta de más |
Como se ha anunciado desde hace tiempo, la cinta nos presenta a un arquitecto brillante (Luis Arrieta) pero bastante tímido. Tanto que siempre se ha quedado en el olvido. Un buen día, decide «agarrar valor» tomando un trago de la anforita que su padre (Alfonso Arau) le heredó y todo se sale de control. Es decir, nace Malacopa (Luis Ernesto Franco), un ser fiestero, descontrolado, irreverente y mujeriego.
Tristemente, la película no explica más allá de lo dicho en la premisa. Así, no sabemos el origen de dicha anforita, no tenemos más contexto del personaje de Alfonso Arau y mucho menos del por qué Malacopa vivía en el subconsciente de Mateo.
Doble personalidad a la Fight Club |
La cinta tiene un desarrollo como Fight Club, cinta en la que Edward Norton y Brad Pitt interpretaban al mismo personaje, pero nadie lo sabía. Bueno, en Malacopa la intención es que el público lo sepa desde el principio y así, poder ligar situaciones divertidas. Aunque éstas se terminan gastando rápido. Sí, con todo y que dura menos de hora y media.
En esta doble personalidad vive el punto fuerte de la película: Luis Ernesto Franco. Él sostiene la cinta y la vuelve una comedia digna de ver más de una vez. También es el encargado de desatar muchas de las historias plasmadas en pantalla y brindar los mejores momentos de éstas. Eso sí, el vaivén de cambios de personalidad termina por cansar y hasta hace que algunas escenas (sobretodo de la recta final) sean bastante predecibles.
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Un triángulo amoroso bastante tibio |
Como toda buena comedia, el amor es angular en Malacopa. Aquí, Mateo está enamorado de Paulina (Danna García), pero su jefa, Ayami (Tamara Mazarraza) parece interponerse. Al final, este triángulo se torna bastante frío y sin emociones por la simple naturaleza de que el protagonista es tímido. A la par, las intervenciones de las mujeres involucradas en este triángulo amoroso, no son tantas y mucho menos brillantes.
¿Acción y misterio? Sí, pero no |
Al quedarse corta para ser pura comedia, la cinta viaja a un tono de misterio y acción en la recta final. Sin embargo, ambas partes están mal ejecutadas y derivan en un final seco, crudo y que parece que existe simplemente porque tenía que haber un final. Además, nuevamente queda claro que existen algunos huecos en el argumento por lo que da la sensación de que todo fue inventado sobre la marcha.
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El cine mexicano te necesita |
Malacopa no es perfecta ni está cerca de serlo. Eso sí, es un valiente esfuerzo de sacar a las comedias mexicanas del cliché de siempre. Sus pasajes por el misterio y la acción no son buenos, pero serán precedente para futuras producciones.
Por otro lado, apuesta por talento joven e independiente a la par que les da un apoyo con la presencia del legendario Alfonso Arau. Todo eso suma puntos y al final, se vuelve una película que vale la pena ir a verla un fin de semana palomero. Sobretodo porque reirás y amarás a algunos de los personajes que le dan vida al bizarro, fracturado pero llamativo mundo de Malacopa.
Imagen: Instagram.com/malacopalapeliTe puede interesar:
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