perritos
Si quieres a tu perro, sácalo a pasear siempre con correa
Seguramente te ha pasado que sales a la calle a pasear a tu perro con correa y te encuentras con alguien que lleva a su mascota suelta.
Podría suceder que los perros se huelan, se saluden y cada quien siga su camino; sin embargo, hay muchas anécdotas de perros sin correa que mordieron a otro con o sin ella.
En entrevista para Coolture, Cristina narró una noche en la que su mascota fue atacada por un perro que no llevaba correa.
«Mi perra, una dálmata de 12 años, ya camina un poco lento y es muy nerviosa, por lo que siempre la saco con correa. Me da miedo que algún sonido la espante y se eche a correr hacia la avenida», dice.
El pasado 31 de julio, Cristina sacó a pasear a su mascota, pasaron frente a un hombre acompañado de su pastor alemán. El perro no llevaba correa.
«Todo pasó muy rápido. El perro se le fue encima. Cuando giré, el pastor alemán estaba sobre mi mascota y la tenía agarrada por el cuello», relata.
Afortunadamente, el dueño reaccionó a tiempo y logró separar a los canes. La dálmata solo se llevó una herida en la oreja provocada por el collar con picos de acero de su atacante.
La importancia de la correa
El ponerle una correa a tu perro cuando lo sacas a la calle, es más una protección para tu mascota que un impedimento de su libertad, considera Sandra Segovia, fundadora de «Todos somos animales«.
Más allá de la inteligencia de tu perrito, «todos estamos propensos a diferentes situaciones; puede haber un imprevisto que asuste a tu perro, se eche a correr y se pierda o lo atropellen», comenta Segovia en entrevista para Coolture.
«Si en algo aprecias a tu perro, deberías ponerle una correa», agrega. Sin embargo, ¿qué pasa cuando el sentido común es el menos común de los sentidos en los propietarios de perros?
De acuerdo con la ley de la CDMX, no puedes pasear a tu perro sin correa
Existe la Ley de Protección de los Animales en el Distrito Federal y la Ley de Cultura Cívica, donde se engloban las responsabilidades de aquellos que transitan con sus mascotas por la calle.
Si alguna vez te encuentras en una situación de pelea de perros, con o sin correa, debes conocer 3 leyes:
- El Artículo 30 de la Ley de Protección a los Animales en el Distrito Federal, actualizada en 2018, el cual indica que «Toda persona propietaria, poseedora o encargada de un perro está obligado a colocarle una correa al transitar con él en la vía pública».
- El Artículo 27 de la Ley de Cultura Cívica, actualizada en 2019, que dice «Son infracciones contra la tranquilidad de las personas: Poseer animales sin adoptar las medidas de higiene necesarias que impidan malos olores o la presencia de plagas que ocasionen cualquier molestia a los vecinos».
- Y el Artículo 28, también de la Ley de Cultura Cívica. «Son infracciones contra la seguridad ciudadana: Permitir a la persona propietaria o poseedora de un animal que este transite libremente o transitar con él sin adoptar las medidas de seguridad necesarias, de acuerdo con las características particulares del animal, para prevenir posibles ataques a otras personas o animales, así como azuzarlo o no contenerlo».
Asimismo, la ley dicta que «cualquier autoridad debe ayudarte», comenta Segovia, «cualquier policía te debe ayudar. Puedes llamar al 911, puedes parar una patrulla o bajar una aplicación que se llama “Mi policía” donde también te apoyan con una patrulla», agrega.
Sin embargo, será necesario que tú conozcas bien estos 3 Artículos, pues «hay policías que no se saben las leyes», recuerda la fundadora de «Todos somos animales».
Tener una mascota es como comprar un carro
Si bien las mascotas son seres vivos, Segovia considera que adquirir un perrito es como comprar un carro.
«No es solo ir a la agencia y pagar; sino que te tienes que informar de todas las responsabilidades que tienes al estar adentro de un vehículo, te tienes que informar de las legislaciones».
Asimismo, como sucede en un percance de autos, «el que pega paga», sucede lo mismo cuando hay un pleito entre dos perritos, «el que muerde paga».
«La ley obliga al agresor a cubrir los daños del agredido», indica Segovia; sin embargo, «si los tutores pueden llegar a un acuerdo y pagarse como gente civilizada, no hay necesidad de más».
De no llegar a un acuerdo en el momento «deben acudir a un juzgado cívico», agrega.
En el caso de Cristina, las heridas que sufrió su perrita fueron leves, y el dueño del pastor alemán acordó pagar los materiales de curación necesarios para atender la oreja de la dálmata.
Más allá de las leyes que hay para resolver los pleitos entre las mascotas y sus dueños, Segovia considera que «si tú quieres a tu perro, debes seguir las normas de convivencia».
«Vivimos en una ciudad altamente sísmica, donde hay incendios, inundaciones, en fin, imprevistos… la correa es un elemento de protección para tu mascota», concluye Sandra Segovia.
Para Cristina todavía es difícil caminar con su mascota por la calle donde fue atacada. «Estamos trabajando en que ella se sienta segura pasear por esa calle, una de las más iluminadas y transitadas de la colonia» comenta.
Sin embargo, todavía es un reto para su mascota, por lo que tienen que rodear la zona y caminar por callejones más oscuros y solitarios.