Cortesía: Secretaría de Cultura
¡Bienvenida a México! Vuelve pila bautismal del siglo XVIII de la Misión de Caborca, Sonora
Estados Unidos regresó a México la pila bautismal y su aspersor, que datan del siglo XVIII, de la Misión de Caborca, Sonora.
De acuerdo con la Secretaría de Cultura, esto es parte del convenio que existe entre la dependencia con la Sociedad Histórica de Arizona y la Diócesis de Nogales.
La pila bautismal de la Misión de Caborca, Sonora está fabricada con cobre y es parte del acervo religioso de México.
«Es ovalada, con diseño multilobulado en floriforme, está grabada y pintada a mano en rojo y blanco, con motivos diversos de pétalos verdes y naranjas; contiene una tapa y un cerrojo de hierro remachado en forma de lágrima», refiere la dependencia en un comunicado.
“La memoria y la identidad de una región entera habita en bienes patrimoniales como este”, declaró Juan Manuel Garibay, titular de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones de México.
Estas misiones se encuentran en Arizona y Sonora, y han sido motivo de múltiples estudios y proyectos arqueológicos, arquitectónicos, antropológicos y de restauración.
¿Qué era la Misión de Caborca?
La Misión de Caborca era un grupo religioso que se extendió en Arizona, Estados Unidos, y Sonora, en México.
En el caso del grupo que llegó a Estados Unidos, fue encabezado por Francisco Xavier Saeta, quien fundó la primera iglesia en ese territorio.
En México, este fue comandado por el misionero jesuita Eusebio Francisco Kino.
Con su instrucción, entre 1689 y los primeros años de 1700, se construyeron más de 20 centros religiosos.
No obstante, tras la expulsión de la Compañía de Jesús por parte del rey Carlos III (1767), los sitios recibieron a los franciscanos. Ahí permanecieron hasta el siglo XIX.